¿Los conoces? Te mencionamos algunos:

Miel, sacarosa, dextrosa, maltosa, jarabe de caña, melaza, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, jarabe de algarroba, sólidos de jarabe de maíz, azúcar de caña deshidratada, jugo de frutas, azúcar invertido, azúcar de uva, manitol, azúcar sin refinar, jarabe de arroz, sorbitol, azúcar de remolacha, etc.

Los estudios de investigación de los últimos 30 años han demostrado que el alto consumo de azúcar agregada contribuye a la obesidad, las enfermedades cardíacas y la diabetes tipo 2.

Protégete del daño de la inflamación crónica.

  • Leer la etiqueta de información nutricional de los alimentos es una práctica que ayuda a identificar productos muy azucarados.
  • Si añades habitualmente azúcar al café o té, intenta reducir la cantidad a la mitad. No tienes que ir de golpe. Acostumbrarse gradualmente a bebidas y alimentos menos dulces es un ajuste.
  • Si te gustan mucho los dulces, lleva un registro de cuántos dulces o alimentos con grandes cantidades de azúcar agregada consumes en un día o una semana. Intenta limitarte a un dulce por día.

Recuerda: una cucharadita de azúcar equivale a 4 gramos de azúcar agregada.

La American Heart Association (AHA) recomienda que las mujeres limiten el azúcar añadido a no más de 6 cucharaditas al día (24 gramos) y los hombres a no más de 9 cucharaditas al día (36 gramos) https://www.heart.org/en/healthy-living/healthy-eating/eat-smart/sugar/how-much-sugar-is-too-much

¡Menos azúcar agregada es más salud!