En el marco del Latam Virtual Summit Inmunidad Eje Terapéutico del Siglo XXI organizado por Megalabs tuvimos el privilegio de contar con la participación en vivo del Dr. Daniel Flores Amargós – Médico Psiquiatra.

Los seres vivos, a lo largo de la historia hemos ido generando un equipamiento de genes que siguen las leyes de la selección natural explicadas por el Darwinismo y el evolucionismo. Estos genes nos protegen de la acción agresiva y peligrosa de los rivales, depredadores y en particular de los microorganismos patógenos.

Con el paso del tiempo el estrés cambió. El principal estrés contemporáneo es el estrés psicosocial, denominado “estrés estéril” que activa el mismo sistema inmune que activaban antes los patógenos. Es interesante hacer un paralelismo entre la Reacción General de Enfermedad (caracterizada por letargia, somnolencia, anorexia, falta de sed y enlentecimiento cognitivo para que la energía metabólica se orientara a la lucha contra los gérmenes) y la depresión (falta de energía, astenia, anhedonia, apragmatismo y enlentecimiento cognitivo).

Se ha revelado que los pacientes con enfermedades inflamatorias tienen una mayor prevalencia de depresión que los que no tienen este tipo de enfermedades. También es sabido que los pacientes tratados por distintas enfermedades con citoquinas o medicamentos proinflamatorios tienen mayor riesgo de desarrollar depresión que los que no son tratados con esos medicamentos.

En la mayor parte de las investigaciones, la respuesta al placebo es de 25 - 30% y a los antidepresivos del 60%. Es decir, que hay un 40% de las depresiones que no mejoran con los medicamentos. Esto evidencia que los indicadores de inflamación elevados generan resistencia a la respuesta de los antidepresivos.

¿Cuál es el mecanismo por el cuál ocurre la resistencia a los antidepresivos?

Existen dos vías:

1ra Vía:
Existe una primera vía en la que el estrés provoca un elevado nivel del cortisol que desregula el funcionamiento del eje cortico-hipotálamo-hipófiso-adrenal y esto termina en una desensibilización de los receptores para los glucocorticoides que son los antiinflamatorios más potentes que tiene el organismo, así como en la atrofia del hipocampo con una pérdida de células y neuronas.

2da VIA:
Existe una segunda vía de acción negativa de los factores inflamatorios a través de los inflamasomas que son proteínas plasmáticas, provocadas por las células de la medula ósea que actúan en presencia tanto de patógenos como de estresores “estériles”. Los inflamasomas ponen en marcha la cascada de acontecimientos que implican el aumento de las citoquinas y el aumento de los DAMPs (Damage Associated Molecular Patterns).

Las estadísticas revelan que 1/3 de los pacientes que padecen depresión mayor tienen valores inflamatorios elevados.

La depresión con inflamación sería un subtipo bien definido debido a que los pacientes con antecedentes de depresión que reciben interferón para su tratamiento tienen un 50% de riesgo de desarrollar un trastorno depresivo mayor (TDM) a los tres meses siguientes al inicio del tratamiento.

Se puede afirmar que la inflamación tiene un papel en la patogénesis de las enfermedades autoinmunes, neurológicas, metabólicas y también en las enfermedades psiquiátricas más importantes como la psicosis, los trastornos afectivos mayores, los trastornos por ansiedad importantes y las demencias.

La Vilazodona es un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS) pero además es un agonista parcial de los receptores 5HT1_A serotoninérgico. Tiene el mismo mecanismo de acción que el ansiolítico Buspirona y es el primer fármaco que combina estas dos acciones simultáneamente. Es bien tolerado, se metabolizada fundamentalmente por el CYP3A4 y, además tiene una acción antinflamatoria superior a la de otros ISRS por lo que sería útil en pacientes adultos mayores. Podría ser especialmente efectivo en las depresiones ansiosas y en las depresiones con marcadores inflamatorios elevados.
Estudios comparativos de Vilazodona vs. Citalopram, Vilazodona vs. Sertralina, Vilazdoona vs. Vortioxetina y vs. Milnaciprán han mostrado una eficacia similar en la respuesta antidepresiva y mejor eficacia para el trastorno de ansiedad generalizada (TAG).

Este medicamento está aprobado por la FDA para el tratamiento de TDM y TAG. Es posible también que pueda ser útil para el tratamiento por estrés post traumático (aunque aún no está aprobado su uso para ello).

La Vilazodona es un nuevo tipo de antidepresivo con un perfil interesante para depresiones ansiosas y tal vez también para pacientes cursando enfermedades inflamatorias con baja actividad proinflamatoria.