Cualquier situación alarmante o catastrófica supone el contexto perfecto para la aparición de trastornos relacionados con el miedo excesivo.

Las fobias tienen como punto de partida la emoción básica de miedo.

Normalmente, esta tiene una función eminentemente adaptativa para la supervivencia. Permite detectar amenazas inminentes reales y generar una respuesta apropiada frente a las mismas. Sin embargo, cuando dicho miedo interfiere de forma negativa en el funcionamiento cotidiano de la persona en alguno de los ámbitos de su vida por ser persistente, desproporcionado, irracional e infundado, pierde su carácter adaptativo.

Coronafobia: ansiedad excesiva a contraer el Covid19.

Es realmente incapacitante en la medida en que está fuertemente relacionada con el deterioro funcional y la angustia psicológica y, por tanto, tiene importantes implicaciones para el bienestar mental.

Relacionado con el miedo excesivo al contagio, es destacable el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), otra alteración relacionada con la ansiedad cuyos síntomas pueden verse exacerbados en el contexto de la pandemia. Un tipo habitual de TOC es el de contaminación o de limpieza.

Siguiendo las recomendaciones de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), se están desarrollando herramientas con propiedades psicométricas válidas para un correcto diagnóstico de este trastorno en auge
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/labs/pmc/articles/PMC7211675/

Dada la situación tan alarmante asociada a la pandemia que se mantiene a largo plazo de manera más o menos latente, este tipo de instrumentos son fundamentales. Son importantes no solo para diagnosticar nuevos casos específicos de coronafobia, sino también por la posible exacerbación de la sintomatología de pacientes en tratamiento. O, incluso, por las recaídas que puedan presentar antiguos pacientes que ya habían sido dados de alta.