1. NATACIÓN

La flotabilidad del agua sostiene el cuerpo y elimina la tensión de las articulaciones dolorosas lo que permite moverlas con mayor fluidez. Al nadar utilizamos la mayoría de los grupos musculares de nuestro cuerpo, tanto el tren superior como el inferior además de tronco y cabeza, por lo que las articulaciones están más flexibles y los músculos se tonifican y fortalecen, sobre todo los de la espalda. Mejora el consumo de oxígeno hasta un 10% y el corazón puede impulsar la sangre hasta un 18% más. Mejora la circulación, disminuye la frecuencia cardíaca e implica un aumento de la resistencia cardiorespiratoria.

2. TAI CHI

Este arte marcial chino ayuda a reducir el estrés y la ansiedad además de aumentar la flexibilidad y el equilibrio. Sus practicantes deben respirar profundamente al ritmo de movimientos ligeros, relajados, tranquilos y con atención al presente. Es accesible para personas de todas las edades y niveles de condición física.

3. ENTRENAMIENTO DE FUERZA

Levantar pesas ligeras no aumentará el volumen de tus músculos, pero los mantendrá fuertes. Si no tonificamos los músculos perderán su fuerza con el tiempo. Antes de comenzar un programa de entrenamiento con pesas, asegúrate de aprender la forma adecuada. Empieza ligero y ve aumentando gradualmente.

4. CAMINAR

Simple pero poderoso. Puede ayudar a mantenerte en forma, mejorar los niveles de colesterol, fortalecer los huesos, controlar la presión arterial, mejorar tu estado de ánimo y reducir el riesgo de una serie de enfermedades (diabetes y enfermedades cardíacas, por ejemplo). Empieza caminando de 10 a 15 minutos hasta lograr caminar como mínimo durante 30 a 60 minutos la mayoría de los días de la semana.

5. EJERCICIOS DE KEGEL

No te ayudarán a verte mejor, pero hacen algo igualmente importante: fortalecer los músculos del suelo pélvico que sostienen la vejiga. Los músculos fuertes del suelo pélvico pueden contribuir en gran medida a prevenir la incontinencia. Si bien muchas mujeres están familiarizadas con los ejercicios de Kegel, también pueden beneficiar a los hombres.

Aprieta los músculos que usas para evitar orinar. Mantén la contracción durante dos o tres segundos, luego afloja. Asegúrate de relajar completamente los músculos del suelo pélvico después de la contracción. Repite 10 veces. Intenta hacer de cuatro a cinco series al día.

Si realizas algún tipo de ejercicio aeróbico durante al menos 30 minutos al día e incluyes dos días de entrenamiento de fuerza a la semana, puedes considerarte una persona «activa».