Según la OMS en 2030 habrá una carencia de aproximadamente 18 millones de profesionales de la salud en todo el mundo. Y es que, en la actualidad, el número de personas que necesitan asistencia humanitaria asciende a una cifra récord de 130 millones. Además, las pandemias, tales como la de Covid19, representan una amenaza mundial.

Al menos unos 400 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a los servicios de salud más esenciales y, cada año, unos 100 millones de personas se ven sumidos en la pobreza por los gastos que implica costearse la atención de salud. Por ello, desde la OMS apuntan que es necesario encontrar urgentemente estrategias innovadoras que vayan más allá de las respuestas convencionales del sector de la salud.

En respuesta a todas estas cifras, desde la OMS han presentado un documento con una actualización de las directrices sobre intervenciones de autocuidado para la salud y el bienestar
https://www.who.int/es/publications/i/item/9789240052239

Recomiendan que estas se utilicen en todos los países y entornos económicos como elementos críticos para lograr la cobertura sanitaria universal, promover la salud, preservar la seguridad mundial y servir a las poblaciones vulnerables.

Según explican los objetivos principales de estas directrices son brindar recomendaciones basadas en evidencias científicas sobre intervenciones de autocuidado claves para la salud pública, brindar declaraciones de buenas prácticas sobre cuestiones programáticas, operacionales y de prestación de servicios y aportar consideraciones sobre temas para orientar futuros procesos de investigación.