La infección por SARS-CoV-2 puede ser asintomática o generar síntomas similares a la gripe como fiebre, tos y fatiga. Sin embargo, en algunos casos la infección viral genera neumonía severa y ocasiona la muerte. Una característica particular de este virus en cuanto a la respuesta inmunológica es la pobre inducción de interferón tipo 1 (INF-1), que es clave para combatirlo, aunque los mecanismos moleculares por los cuales esto ocurría no estaban dilucidados hasta el momento.

Fue entonces que Konno y colaboradores decidieron estudiar este hecho, enfocados en las diferencias entre los antagonistas virales putativos de INF-1 en comparación con SARS-CoV y SARS- CoV2 y en el gen de su marco abierto de lectura ORF3b, que es sabido que difiere entre ambas cepas en longitud. Utilizaron células de riñón HEK293 las cuales fueron transfectadas con un plásmido a partir del cual expresaron el gen ORF3b de SARS-CoV-2. La expresión de este gen fue asesorada por la
utilización de un gen reportero (luciferasa).

Los resultados mostraron que el gen ORF3b está relacionado con los virus de murciélago y pangolín, siendo un potente antagonista de INF-1 debido a la presencia de una secuencia de citosinas que truncan la expresión, y más aún de la longitud de esta secuencia. Los cambios observados en este gen de SARS-CoV-2 suprimen la inducción de INF-1 de forma más eficiente que el mismo gen proveniente del virus SARS-CoV. Además, los resultados mostraron que en virus extraídos de pacientes
con Covid-19, el gen ORF3b tenía un antagonismo aún mayor para INF-1.

Konno et al. SARS-CoV-2 ORF3b is a potent interferon antagonist whose activity is further increased by a naturally occurring elongation variant. bioRxiv 2020.Doi: