El martes, América Latina superó a Europa para convertirse en la región con el mayor número de muertes reportadas por SARSCoV2. Con más de 210,000 muertes, la región representa aproximadamente el 30% de las muertes totales por COVID19 reportadas en el mundo.

El virus tardó más en afectar a América Latina que otras regiones, pero países como Colombia, Perú, Argentina y Bolivia ahora están experimentando un fuerte aumento en el número de casos de COVID-19. Una interpretación más realista de este fenómeno debe incluir el tiempo requerido para el desarrollo de la capacidad diagnóstica en cada territorio: la propagación de la pandemia se ha acelerado en esos países junto con el desarrollo de la capacidad diagnóstica.

Brasil, el país latinoamericano más afectado por el nuevo coronavirus, ha registrado un total de 95,819 muertes hasta el martes. México, el segundo país más afectado en la región, ha informado 48,869 muertes.

La semana pasada, América Latina se convirtió en la región más afectada del mundo, considerando el número de casos. Hoy miércoles 5 de agosto el número de infecciones reportadas superó los 5.3 millones, según recuentos basados en datos de los gobiernos y recogidos por el Centro de Ingenieria de la Universidad Johns Hopkins

El número de casos aumentó después de que las autoridades de varios países, particularmente Brasil, relajaron las medidas de cierre para estimular la actividad económico y al mismo tiempo incrementaron la capacidad diagnóstica.

El virus ha infectado a más de 18.4 millones de personas en todo el mundo. La cifra global de muertes (reportadas) es superior a 702.000.

Conviviendo con SARSCoV2

Italia, Alemania, España y otros países europeos se preparan para un segundo pico de casos entre setiembre y octubre, al tiempo que se acelera el reporte de casos nuevos desde India, Sureste Asiático, Africa y Australia, coincidiendo con la relajación de las medidas de distanciamiento social y con el despliegue de mayor capacidad diagnóstica. Teniendo en cuenta la alta transmisibilidad del virus, el crecimiento exponencial del número de casos, la ausencia de estacionalidad del CoV2 (se transmite tanto en verano como en invierno) y la imposibilidad de mantener el confinamiento en forma indefinida, hacia fin de año puede proyectarse un número de casos y de muertes superior al doble de los informados hoy.

La introducción de una vacuna eficaz con campañas intensas de vacunación masiva en Estados Unidos y en Europa durante el invierno boreal, no lograría detener la transmisión ni el aumento de casos hasta marzo-abril del año próximo, considerando el tiempo que se ha informado para el desarrollo de inmunidad.

La extensión de la vacunación hacia el resto del mundo y la duración de la inmunidad adquirida no pueden predecirse en este momento, de manera que la única seguridad que tenemos es la persistencia del virus en el ecosistema humano durante un período indefinido de años. Un virus capaz de subsistir durante semanas en portadores humanos asintomáticos, superficies metálicas inertes e incluso en animales como el perro.

Ante la imposibilidad de detener la economía y el avance material durante períodos de tiempo indefinidos, la única alternativa es aprender a convivir con el coronavirus y con las consecuencias de la enfermedad.

América Latina la región más afectada por COVID19