El sueño es un componente importante para mantener el funcionamiento normal del cerebro. El cerebro se reorganiza y se recarga durante el sueño. Además de eliminar subproductos de desechos tóxicos y estimular nuestro sistema inmunológico, el sueño también es clave para la «consolidación de la memoria», durante la cual los nuevos segmentos basados en nuestras experiencias se transfieren a la memoria a largo plazo.

Un nuevo estudio de investigación, publicado en Nature Aging proporciona una respuesta
https://www.nature.com/articles/s43587-022-00210-2

El estudio tuvo como objetivo comprender mejor el vínculo entre el sueño, la cognición y el bienestar.

¿El hallazgo?

7 horas de sueño constantes por noche es la cantidad óptima. Las personas que dormían esa cantidad de tiempo se desempeñaban, en promedio, mejor en las pruebas cognitivas (incluida la velocidad de procesamiento, la atención visual y la memoria) que las que dormían menos o más.

Un buen comienzo es asegurarse de que la temperatura y la ventilación de tu dormitorio sean buenas (debe ser fresco y aireado). Lo ideal es que estés en un estado de calma y relajación cuando intentes conciliar el sueño. Pensar en algo placentero y relajante.