En promedio, los adultos que no hacen entrenamiento de fuerza regular pueden esperar perder de 4 a 6 libras de músculo por década.

Las fibras de contracción rápida, que proporcionan ráfagas de energía, se pierden a un ritmo mayor que las fibras de contracción lenta. Esto significa que no solo te estás debilitando, sino que también te estás volviendo más lento.

Los músculos débiles aceleran la pérdida de independencia. Dificultan la capacidad de hacer frente a las actividades cotidianas como caminar, limpiar, ir de compras, vestirse y recuperarse de una enfermedad o lesión.

Tal vez no sea sorprendente que uno de cada tres adultos mayores de 65 años se caiga cada año. Algunas de estas caídas pueden tener consecuencias graves, como fracturas óseas, ingreso en centros de atención a largo plazo e incluso la muerte por complicaciones.

¿Cómo se puede prevenir?

Con entrenamiento de fuerza y potencia. Mejora la fuerza muscular y la resistencia y generalmente se utilizan bandas de resistencia o pesas.

Es importante trabajar con un entrenador o fisioterapeuta calificado para desarrollar un plan de ejercicios adaptado a cada persona. La intensidad y la frecuencia correctas del ejercicio son vitales para obtener la mayor ventaja pero a la vez evitar daños.

La pérdida de masa muscular es un hecho inevitable al ir cumpliendo años, pero está en nuestras manos limitar al máximo sus efectos sobre nuestras vidas con una buena dieta y una actividad física constante desde una temprana edad.

El ejercicio físico es siempre una buena inversión para nuestra salud y calidad de vida.