La relación entre la mala calidad del sueño y el empeoramiento del dolor tiene implicaciones importantes para las personas que experimentan dolor agudo y crónico.

Debido a que es más difícil quedarse dormido cuando se padece un dolor crónico, es importante hacer del sueño una prioridad. Las personas que están permanentemente privadas de dormir bien debido a su dolor crónico pueden desarrollar una relación poco saludable con el sueño y sufrir un ciclo que se perpetúa a sí mismo
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25602361/

APRENDER A DORMIR mientras se siente dolor comienza reentrenando el cerebro con pensamientos y comportamientos saludables.

  • La respiración profunda
  • Técnicas de atención plena o imágenes guiadas

Pueden permitir reconceptualizar el dolor de una manera que sea más fácil de manejar.

Una de las principales formas en que el dolor afecta el sueño es manteniendo despierto el sistema nervioso central. Por lo tanto, para que sean efectivas, estas estrategias deben ayudar a la persona a relajarse y no concentrarse en el dolor.

Seguir algunas estrategias básicas de higiene del sueño puede ayudar a preparar el cuerpo para dormir.

  • Romper el ciclo de los pensamientos negativos
  • Evita traer los problemas diarios de la vida a tu dormitorio
  • El dormitorio debe ser un refugio tranquilo.
  • Mantenlo fresco y oscuro por la noche
  • Acuéstate y despiértate a la misma hora todos los días
  • Evita los estimulantes como las pantallas, la cafeína o el alcohol
  • Si te encuentras dando vueltas en la cama o si tienes demasiado dolor para dormir, levántate. Ve a otra habitación y distráete con otra cosa por un rato. Cuando tengas sueño, intenta acostarte de nuevo.

Consulta a tu médico para obtener más ayuda.