Nuestros ojos son bombardeados continuamente por una enorme cantidad de información visual: millones de formas, colores y movimiento en constante cambio a nuestro alrededor.

Para el cerebro, esto no es tarea fácil. Por un lado, el mundo visual se altera continuamente debido a los cambios de luz, punto de vista y otros factores. Por otro, nuestra entrada visual cambia constantemente debido al parpadeo y al hecho de que nuestros ojos, cabeza y cuerpo están en constante movimiento.

Sin embargo, en lugar de percibir las fluctuaciones y el ruido visual, percibimos un entorno constantemente estable.

Entonces, ¿cómo crea nuestro cerebro esta ilusión de estabilidad?

Científicos descubrieron un nuevo mecanismo que, entre otros, puede explicar esta estabilidad ilusoria https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.abk2480

El cerebro suaviza automáticamente nuestra entrada visual con el tiempo. En lugar de analizar cada instantánea visual, percibimos en un momento dado un promedio de lo que vimos en los últimos 15 segundos. Entonces, al juntar objetos para que parezcan más similares entre sí, nuestro cerebro nos engaña para que percibamos un entorno estable. Vivir “en el pasado” puede explicar por qué no notamos los cambios sutiles que ocurren con el tiempo.

En otras palabras, el cerebro es como una máquina del tiempo que nos hace retroceder. Es como una aplicación que consolida nuestra entrada visual cada 15 segundos en una impresión para que podamos manejar la vida cotidiana.

Si nuestros cerebros estuvieran siempre actualizándose en tiempo real, el mundo se sentiría como un lugar caótico con constantes fluctuaciones de luces, sombras y movimiento. Nos sentiríamos como si estuviéramos alucinando todo el tiempo.

Mira este video: muestra un objeto que cambia físicamente y que puede percibirse erróneamente como inmutable. La apariencia del objeto es capturada por la experiencia visual pasada hasta hace 15 segundos.

https://www.youtube.com/watch?v=2vJB6r8MpoE