Una sindemia es la suma de dos o más epidemias o brotes de enfermedades concurrentes o secuenciales en una población con interacciones biológicas, que exacerban el pronóstico y carga de la enfermedad. El término, que es un neologismo creado con la unión de las palabras sinergia y epidemia, fue acuñado por Merrill Singer a mediados de la década de 1990 y desarrollado en su libro Introduction to syndemics de 2009. (Introduction to Syndemics: A Critical Systems Approach to Public and Community Health. Merrill Singer. ISBN: 978-0-470-47203-3)

Las sindemias se desarrollan bajo inequidad sanitaria, causada por la pobreza, el estrés o la violencia estructural, y son estudiadas por epidemiólogos, antropólogos y médicos interesados en la salud pública, la salud comunitaria y los efectos de las condiciones sociales en la salud. Asimismo, el enfoque sindémico parte del enfoque biomédico para aislar, estudiar y tratar las enfermedades como entidades separadas e independientes de los contextos sociales

Cuando se evalúa en retrospectiva, es notorio que la estrategia de confinamiento, aislamiento y cuarentena con la cual se viene manejando COVID-19 está generando serias alteraciones en el funcionamiento de la sociedad. Dejando de lado el impacto sobre la economía y el trabajo en situación de dependencia, algunas de las disfunciones más notorias son:

  • deterioro en la atención médica de enfermos crónicos tales como diabéticos, hipertensos, asmáticos, etc.
  • aumento de la mortalidad por eventos agudos por imposibilidad de acceder a la atención médica y a la hospitalización, tales como infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, diabetes e incluso traumatismos,
  • aparición o intensificación de múltiples cuadros siquiátricos, tales como depresión, ansiedad, trastornos del sueño,
  • pérdida del estímulo emocional, especialmente en ancianos que viven solos,
  • desestructuración del núcleo familiar,
  • desaparición de la rutina escolar en niños y adolescentes,
  • sedentarismo e incremento de peso,
  • dificultad creciente para sostener una dieta balanceada,
  • retracción social,
  • y otras múltiples alteraciones en el funcionamiento de la sociedad,

¿Existen alternativas al confinamiento, la cuarentena, el aislamiento y el bloqueo del funcionamiento de la sociedad? Hemos detenido el mundo debido a una infección que, generalmente, no es mortal. Países como Argentina van a cumplir ocho meses de confinamiento, sin lograr detener el avance de la enfermedad.

A diez meses de la pandemia, esto es lo que hemos aprendido:
1) En el 85% de los casos, COVID-19 es una enfermedad leve que el sistema inmune resuelve en un período de 15 días.
2) No existe tratamiento alguno para la infección por SAR-CoV2. Se ha descubierto que la dexametasona es muy útil en los casos más graves. Un antiviral, el remdesivir, tiene cierta eficacia para reducir la duración de la enfermedad en los casos graves
3) La infección no genera inmunidad permanente. La inmunidad podría durar entre 4 y 6 meses. COVID no es varicela ni sarampión.
4) La inmunidad colectiva sólo puede obtenerse mediante vacunación. La información disponible indica que se requieren al menos dos dosis de vacuna para generar inmunidad durante 18 a 24 meses. Vacunar a siete mil millones de personas en un plazo breve es una operación de una complejidad formidable, nunca antes planificada. Pero aún no existe tal vacuna.
5) Los más afectados por la pandemia son la personas de menores ingresos, que viven en condiciones carenciadas, que van perdiendo la capacidad de acceder o de pagar los servicios básicos, la renta, los medicamentos crónicos e incluso la salud y la alimentación. Por esta razón, COVID-19 se considera una sindemia
6) El virus no tiene estacionalidad. Invierno o verano, es lo mismo. Infecta a gatos, perros, ovejas y otros mamíferos. Hay que saberlo: desde que salió de una cueva de murciélagos, el virus estará siempre cerca de nosotros. No desaparecerá.
7) Las medidas de aislamiento y confinamiento han alterado el tejido social global de una forma profunda, inolvidable y casi irreversible.

En este momento, los países europeos están en el medio de una segunda oleada de la enfermedad. América (del Norte, Central y del Sur) es el continente más afectado. Especialmente América del Norte, donde el país con el mayor avance científico del planeta se ha aislado del mundo y ha tomado las peores decisiones.

La falta de liderazgo es notoria. Han fallado la OMS y todo las organizaciones internacionales. Estados Unidos, que ha liderado todas las crisis planetarias durante un siglo, ha perdido credibilidad y su gobierno prefiere ocupar el rol de hazmerreir decadente.

Al llegar a los 10 meses de pandemia es necesario reflexionar profundamente sobre lo que estamos haciendo, porque las consecuencias de cada decisión van a repercutir en las vidas de millones de personas durante décadas. En el 2100 nuestros descendientes analizarán esta pandemia como hoy analizamos la pandemia de gripe de 1918.

Al acercarse el invierno en el hemisferio norte, se observa un recrudecimiento de los casos. Este ciclo de infección y reinfección, que se perpetuará en el tiempo ya que la inmunidad que induce es breve, nos está sorprendiendo. Y desde hace algunas semanas está generando opiniones controversiales. Entre ellas, la Declaración de Great Barrington y el Memorando de John Snow https://www.johnsnowmemo.com/, con visiones aparentemente contrapuestas.

En Conexion Megalabs le proponemos analizar ambos puntos de vista. Dado que esta es una discusión que está en pleno desarrollo, estas noticias se irán actualizando en forma sostenida.

Alternativas al bloqueo y al confinamiento en el manejo