En el documento redactado por la OMS
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/335820/WHO-EURO-2020-1160-40906-55390-eng.pdf
explica que es una respuesta natural y esperada a una crisis de salud pública prolongada. Confinamiento, miedo al contagio, pérdida de seres queridos, de trabajo… el impacto de la emergencia sanitaria ha agotado a una gran cantidad de personas. ¿Cómo se manifiesta? Muchos experimentan sensaciones de estrés, apatía y desmotivación, factores que contribuyen a la baja adherencia a las recomendaciones necesarias para prevenir la propagación del virus.

Los niveles de #preocupación y #ansiedad alcanzaron su punto máximo en marzo y abril. Se han mantenido estables desde entonces, aunque sentirse estresado específicamente por el Covid-19 ha aumentado en las últimas semanas a medida que aumentaron las tasas de infección.

Un área crucial de la conducta donde la adherencia es baja es el #autoaislamiento cuando se tienen síntomas. Puede deberse a las demandas de la vida laboral o familiar y la falta de capacidad de recuperación financiera.

La OMS apunta que hasta un tercio de los pacientes recuperados pueden sufrir ansiedad o depresión.