Más de 150 países unidos en una alianza global para la vacuna contra COVID-19

Ginebra / Londres, 15 de julio de 2020 – Setenta y cinco países han presentado expresiones de interés para proteger a sus poblaciones y a las de otras naciones al unirse a la Instalación COVAX, un mecanismo diseñado para garantizar un acceso rápido, justo y equitativo a las vacunas COVID-19 en todo el mundo.

Los 75 países, que financiarían las vacunas con sus propios presupuestos de finanzas públicas, se asocian con hasta 90 países de bajos ingresos que podrían recibir apoyo a través de donaciones voluntarias al Compromiso Avanzado de Comercialización (AMC) COVAX de Gavi. Juntos, este grupo de hasta 165 países representa más del 60% de la población mundial. Entre el grupo hay representantes de todos los continentes y más de la mitad de las economías del G20 del mundo.

«COVAX es la única solución verdaderamente global para la pandemia de COVID-19», dijo el Dr. Seth Berkley, CEO de Gavi, la Alianza de Vacunas. «Para la gran mayoría de los países, ya sea que puedan pagar sus propias dosis o requieran asistencia, significa recibir una dosis garantizada de vacuna y evitar ser empujados al final de la fila, como vimos durante la pandemia de H1N1 hace una década. Incluso para aquellos países que pueden asegurar sus propios acuerdos con los fabricantes de vacunas, este mecanismo representa, a través de su cartera líder mundial de candidatos a vacunas, un medio para reducir los riesgos asociados con los candidatos individuales que no muestran eficacia o no obtengan la licencia «.

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https://www.who.int/news-room/detail/15-07-2020-more-than-150-countries-engaged-in-covid-19-vaccine-global-access-facility

Más de 150 países unidos en una alianza global parala vacuna


Tocilizumab

El Tocilizumab es un agente inmunosupresor, inhibidor de la IL-6, autorizado para el tratamiento de la artritis reumatoide, arteritis de células gigantes (ACG), artritis idiopática juvenil poliarticular (PJIA), artritis idiopática juvenil sistémica (SJIA), y el síndrome de liberación de citoquinas (CRS) asociado al tratamiento con CART. Fue aprobado por la FDA en el año 2013. (2)

Recientemente, Tocilizumab se ha convertido en una de los opciones terapéuticas off-label para el tratamiento del síndrome de liberación de citoquinas (SLC). Este síndrome se caracteriza por la liberación descontrolada de citoquinas, desencadenando la activación del sistema inmune y la producción de citoquinas y quimioquinas. Se ha visto que en una proporción de pacientes hospitalizados con problemas respiratorios debido a COVID-19, desarrolla características clínicas y de laboratorio similares a SLC (incluyendo fiebre alta, fatiga intensa y mialgia, y marcadores inflamatorios séricos elevados de proteína C reactiva, ferritina, e IL-6). Esto ha llevado a los científicos a plantear la hipótesis de que la inhibición de la inflamación mediante el tratamiento con Tocilizumab podría ser clínicamente efectiva para el tratamiento de esta patología. A raíz de esta hipótesis se han diseñado diversos estudios clínicos.(3)

Estudios clínicos

Los estudios clínicos en curso, planificado y culminados de Tocilizumab con COVID-19 se encuentran disponibles en el siguiente link:

https://clinicaltrials.gov/ct2/results?cond=covid19&term=tocilizumab&cntry=&state=&city=&dist=

Campochiaro y colaboradores mostraron los primeros resultados clínicos con Tocilizumab en COVID-19.(4) En este estudio retrospectivo en pacientes con COVID-19 grave con características hiperinflamatorias y no ingresados a unidad de cuidados intensivos, los 32 pacientes tratados con Tocilizumab por vía intravenosa y tratamiento estándar fueron comparados con los 33 pacientes tratados solamente con tratamiento estándar. Se evaluó la seguridad y eficacia durante 28 días. Durante el seguimiento de 28 días, el 69% de los pacientes con Tocilizumab experimentaron una mejoría clínica, en comparación con el 61% de los pacientes con tratamiento estándar (p = 0,61). La mortalidad fue del 15% en el grupo de Tocilizumab y de 33% en el grupo de tratamiento estándar (p = 0.15). Este resultado permitió concluir que, en el día 28, la mejoría clínica y la mortalidad no fueron estadísticamente diferentes entre Tocilizumab y pacientes con tratamiento estándar. (4)

Posteriormente, Somers y colaboradores realizaron un estudio clínico unicéntrico controlado con placebo en 154 pacientes con COVID-19 que requerían ventilación mecánica.(5) El objetivo primario fue la probabilidad de supervivencia post-intubación, y los análisis secundarios incluyeron una escala ordinal de gravedad de la enfermedad integrando sobreinfecciones. La mediana de seguimiento fue 47 días (rango 28-67). El tratamiento con Tocilizumab se asoció con una reducción del 45% en el riesgo de muerte y con mejor resultado en la escala ordinal respecto al grupo control. Aunque Tocilizumab se asoció con una mayor proporción de pacientes con sobreinfección (54% vs. 26%; p <0.001), no hubo diferencia a los 28 días en la tasa de mortalidad entre los pacientes tratados con Tocilizumab con sobreinfección vs. los pacientes sin sobreinfección (22% vs. 15%; p = 0,42). Los autores concluyeron que en esta cohorte de pacientes con Covid-19 ventilados mecánicamente, el Tocilizumab se asoció con una menor mortalidad a pesar de la mayor incidencia de sobreinfección. (5)

Rossotti y colaboradores realizaron un estudio unicéntrico, controlado y retrospectivo, incluyendo pacientes hospitalizados con COVID-19 severo que recibieron 31 días de tratamiento con Tocilizumab.(6) Un total de 172 pacientes fueron incluidos en el estudio, 74 de los cuales pertenecieron al grupo de tratamiento con Tocilizumab y el resto al grupo control. Los resultados permitieron observar que el tratamiento con este monoclonal se asoció con una supervivencia mayor en comparación con el grupo control, pero con una estadía hospitalaria más larga debido a los eventos adversos, respiratorios e infecciosos. Este estudio confirma la efectividad potencial de Tocilizumab en COVID-19, especialmente en pacientes críticos. (6)

Dosis y administración

Para las indicaciones aprobadas para este producto en FDA, la dosis y administración puede visualizarse aquí:
https://www.accessdata.fda.gov/drugsatfda_docs/label/2020/125276s129,125472s042lbl.pdf

Para COVID-19, la dosis utilizada en los estudios clínicos mencionados anteriormente fue:
• 400 mg por vía intravenosa. La segunda dosis de 400mg fue administrada 24 horas después, en caso de empeoramiento de los síntomas respiratorios. (4)

• 8 mg/kg con unan dosis máxima de 800 mg. (5,6)

Precauciones y advertencias (2)

• Infecciones graves: de acuerdo a la información del producto aprobada por FDA, no se recomienda administrar el producto durante una infección activa, incluidas las infecciones localizadas. Si se desarrolla una infección grave, se recomienda interrumpir el tratamiento hasta que la infección esté controlada.

• Perforación gastrointestinal: se debe utilizar con precaución en pacientes que pueden estar en mayor riesgo.

• Hepatotoxicidad: se debe monitorear a los pacientes para detectar signos y síntomas de daño hepático, y modificar o suspender el tratamiento si las pruebas hepáticas anormales persisten o empeoran o si se desarrollan signos y síntomas clínicos de enfermedad hepática.

• Controles de laboratorio: se recomiendan controles periódicos debido a las posibles consecuencias de los cambios relacionados con el tratamiento en neutrófilos, plaquetas, lípidos y pruebas de función hepática.

• Han ocurrido reacciones de hipersensibilidad, incluyendo anafilaxia y muerte.

• Vacunas vivas: se recomienda utilizar su uso concomitante.

Eventos adversos (2)

Las reacciones adversas notificadas con más frecuencia en los pacientes tratados con Tocilizumab en monoterapia o en combinación fueron, infecciones en el tracto respiratorio superior, nasofaringitis, cefalea, hipertensión y elevación de la ALT. Las reacciones adversas más graves fueron infecciones graves, complicaciones de la diverticulitis, y reacciones de hipersensibilidad.
Dentro de los riesgos del uso de este medicamento también se encuentran el posible desarrollo de infecciones serias como tuberculosis, infecciones fúngicas, bacterianas y virales.

Link a información del producto de FDA:

https://www.accessdata.fda.gov/drugsatfda_docs/label/2020/125276s129,125472s042lbl.pdf

Referencias

(1) Tratamientos disponibles para el manejo de la infección respiratoria por SARS-CoV-2. AEMPS. 2020. Disponble en:
https://www.aemps.gob.es/la-aemps/ultima-informacion-de-la-aemps-acerca-del-covid%e2%80%9119/tratamientos-disponibles-para-el-manejo-de-la-infeccion-respiratoria-por-sars-cov-2/.

(2) Inserto Actemra. Food and Drug Administration (FDA). 2020. Available from:
https://www.accessdata.fda.gov/drugsatfda_docs/label/2020/125276s129,125472s042lbl.pdf

(3) https://megalabs.global/tocilizumab-covid-19/

(4) Campochiaro C., et. al. Efficacy and safety of tocilizumab in severe COVID-19 patients: a singlecentre retrospective cohort study. Mayo 2020. European Federation of Internal Medi-cine. 0953-6205/ © 2020. Disponible en:
https://doi.org/10.1016/j.ejim.2020.05.021

(5) Emily C Somers, et. al., Tocilizumab for treatment of mechanically ventilated patients with COVID-19, Clinical Infectious Diseases, ciaa954, Disponible en:
https://doi.org/10.1093/cid/ciaa954

(6) Rossotti R., et. al. Safety and efficacy of anti-il6-receptor tocilizumab use in severe and crit-ical patients affected by coronavirus disease 2019: a comparative analysis. Julio 2020. Jour-nal of Infection. Disponible en:
https://doi.org/10.1016/j.jinf.2020.07.008


Remdesivir

Las posibles opciones de tratamiento futuro incluyen Remdesivir, un análogo de nucleósido que fue desarrollado como tratamiento antiviral de amplio espectro. Aún se encuentra en investigación. No ha sido aprobado en ningún país y por lo tanto no dispone de información oficial de seguridad ni de prescripción. Se encuentra actualmente en desarrollo en estudios clínicos internacionales financiados por la OMS, el gobierno de USA y otros.

Se ha llevado a cabo un estudio clínico en China para evaluar su eficacia. Los datos de este estudio muestran que, aunque Remdesivir parece seguro y bien tolerado, no ha aportado ningún beneficio comparado con el placebo. Los pacientes que tomaron este medicamento no se recuperaron antes que los que tomaban placebo (21 días con Remdesivir, 23 en el brazo control) y la diferencia en la tasa de mortalidad en ambos grupos no fue estadísticamente significativa (14% con Remdesivir y 13% en el brazo control). Tampoco hay diferencias en carga viral entre los dos grupos. (1)

Por otro lado, los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos con sede en Bethesda, Maryland (NIH, National Institutes of Health) llevaron a cabo un estudio clínico controlado multicéntrico, internacional, adaptable, aleatorizado, doble ciego, en 1069 pacientes, para evaluar la seguridad y eficacia del tratamiento con Remdesivir para COVID-19 grave en adultos hospitalizados (ACTT, Adaptive Covid-19 Treatment Trial). Los resultados preliminares indican que los pacientes que recibieron Remdesivir tuvieron un tiempo de recuperación 31% menor que los que recibieron placebo (p <0.001). Específicamente, el tiempo medio de recuperación fue de 11 días para los pacientes tratados con Remdesivir en comparación con 15 días para los que recibieron placebo. Los resultados también sugirieron un beneficio de supervivencia, con una tasa de mortalidad de 8.0% para el grupo que recibió Remdesivir versus 11.6% para el grupo placebo (p = 0.059). (2,3)

Al momento de su comunicación por la NIH el 29 de abril de 2020, Remdesivir se convirtió en el primer antiviral en demostrar un efecto positivo en el tratamiento de COVID-19 en un estudio internacional, multicéntrico y controlado por placebo.

La evidencia del beneficio clínico de remdesivir ha sido proporcionada por un ensayo controlado aleatorio de 1063 pacientes publicado en el New England Journal of Medicine. Muestra un tiempo medio de recuperación más corto en el grupo remdesivir, en comparación con 15 días en el grupo placebo. No hubo ningún efecto sobre la mortalidad. Además, hay muchas razones por las cuales el tiempo más corto reportado para la recuperación sintomática puede ser una sobreestimación de su verdadero valor. El 30 de junio, The Guardian publicó un artículo con el título «Estados Unidos asegura el stock mundial de Remdesivir, una de las dos drogas clave contra covid-19». (6)

El 03 de julio de 2020 la Unión Europea (UE) autorizó el uso de Remdesivir para tratar el COVID-19 luego de la que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) recomendara días antes la comercialización de ese fármaco al mostrar efectos positivos en el tratamiento de la enfermedad. Se concedió una autorización de comercialización condicional para el medicamento, convirtiéndolo en el primero autorizado a nivel de la UE para el tratamiento del COVID-19. La habilitación de comercialización condicional se reserva en la UE a aquellos fármacos cuyos beneficios se estiman mayores a sus riesgos, pese a no contar aún con datos completos. Dicha habilitación a su vez se concede antes del tiempo habitual que lleva la autorización de un fármaco en condiciones normales, lo que facilita el acceso rápido al producto en el contexto de una pandemia. (7)

El 06 de julio de 2020 la EMA publicó la nueva Ficha Técnica del medicamento la cual incluye la siguiente indicación: Remdesivir está indicado para el tratamiento de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) en adultos y adolescentes (de 12 años y mayores con un peso corporal de al menos 40 kg) con neumonía que requiere oxígeno suplementario. Si bien aún no se ha establecido la seguridad y la eficacia en niños menores de 12 años y que pesen menos de 40 kg, la EMA ha concedido al titular un aplazamiento para presentar los resultados de los ensayos realizados con Remdesivir en uno o más grupos de la población pediátrica. (7)

Remdesivir, del laboratorio estadounidense Gilead Sciences, fue desarrollado para tratar a los pacientes con fiebre hemorrágica debido a ébola, sin éxito. Sin embargo, durante un ensayo en Estados Unidos, demostró cierta eficacia contra el COVID-19, lo que llevó a la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) a emitir el 01 de mayo de 2020 su autorización para el uso de emergencia, que permitió a los médicos usar el fármaco en pacientes hospitalizados con el virus. En esta línea, el 07 de mayo el gobierno de Japón aprobó por la vía rápida el uso del medicamento para los pacientes de COVID-19, convirtiéndose en el primer fármaco que obtuvo el permiso necesario de las autoridades japonesas como tratamiento para pacientes infectados con el nuevo coronavirus. (7)

Además de demostrar que Remdesivir disminuye el tiempo hasta la recuperación en la población general en pacientes con COVID-19, el 10 de julio la biofarmacéutica Gilead Sciences aseguró que el Remdesivir reduce un 38 % el riesgo de los pacientes críticos de morir por la enfermedad y aseveró que el medicamento está asociado con una significativa «recuperación clínica mejorada» (el 7,6% de los pacientes tratados con Remdesivir murieron en comparación con el 12,5% de los pacientes que recibieron los cuidados habituales en este tipo de pacientes). (7)

Dosis y administración propuestas para COVID-19

La dosis utilizada en el estudio llevado a cabo en Chine fue de 200 mg of Remdesivir administrado por vía intravenosa en el día 1, seguido de 100mg una vez por día durante la hospitalización, con una duración total de hasta 9 días. (1)
La dosis utilizada en el estudio ACTT de 200 mg of Remdesivir administrado por vía intravenosa en el día 1, seguido de 100mg una vez por día durante la hospitalización, con una duración total de hasta 10 días. (2)
La dosis utilizada en el estudio Discovery dirigido por INSERM es de 200 mg vía intravenosa como dosis inicial en el día 1, seguido de dosis de 100mg. (4)
La dosis utilizada en el estudio Solidarity, coordinado por la OMS, es de 200 mg vía intravenosa como dosis inicial y 100 mg diarios por lo que dure la hospitalización o 9-10 días. (5)

De acuerdo a la monografía del producto Veklury aprobada en EMA8, la dosis recomendada de Remdesivir en pacientes de 12 años de edad y mayores y que pesen al menos 40 kg es:

• Día 1: dosis de carga única de Remdesivir 200 mg administrada por infusión intravenosa

• Día 2 en adelante: 100 mg administrados una vez al día por infusión intravenosa.

La información del producto también especifica los ajustes de dosis necesarios para poblaciones especiales:

• La duración total del tratamiento debe ser de al menos 5 días y no más de 10 días.

• No es necesario ajustar la dosis de Remdesivir en pacientes mayores de 65 años

• La farmacocinética de Remdesivir no se ha evaluado en pacientes con insuficiencia renal.

• Los pacientes con TFGe ≥30 mL/min recibieron Remdesivir para el tratamiento de COVID-19 sin ajuste de dosis. Remdesivir no debe utilizarse en pacientes con TFGe <30 ml / min (

• La farmacocinética de Remdesivir no se ha evaluado en pacientes con insuficiencia hepática, por lo que se desconoce el ajuste de dosis que es apropiado para estos pacientes.

• La seguridad y eficacia de Remdesivir en niños menores de 12 años y con un peso <40 kg aún no se ha establecido.

El método de administración descrito es el siguiente:

Para uso intravenoso. Remdesivir es para administración por infusión intravenosa después de una dilución adicional. No debe administrarse como una inyección intramuscular (IM). (8)

Tabla 1: Velocidad de perfusión recomendada para solución de Remdesivir diluido para infusión

Precauciones y advertencias (8)

De acuerdo a la monografía del producto Veklury aprobada en EMA (8), se han observado elevaciones de transaminasas en los ensayos clínicos Remdesivir, tanto en voluntarios sanos como en pacientes con COVID-19. La función hepática debe determinarse en todos los pacientes antes de
iniciar el tratamiento con Remdesivir y debe controlarse mientras lo recibe según sea clínicamente apropiado.

Se informó que Dexametasona es un inductor moderado de CYP3A y P-gp. La inducción depende de la dosis y ocurre después de múltiples dosis. Es poco probable que la Dexametasona tenga un efecto clínicamente significativo en Remdesivir, porque este fármaco tiene una tasa de eliminación hepática moderada a alta, y se usa por un período corto en el tratamiento para COVID-19.

Efectos adversos (8)

• El evento adverso más común en los voluntarios sanos fue el aumento de transaminasas (14%). El evento adverso más común en los pacientes con COVID-19 fue náusea (4%).

• Aumento de las transaminasas: en estudios voluntarios sanos, aumentos en ALT y/o AST fue observado en sujetos en tratamiento con Remdesivir. Fueron de grado 1 (10%) o grado 2 (4%). En un estudio clínico aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo de pacientes con COVID-19 (NIAID ACTT-1), la incidencia de aumento de los niveles de aminotransferasa de grado≥3, fue del 4% en pacientes que recibieron Remdesivir en comparación con el 6% que recibieron placebo. El ensayo clínico multicéntrico (estudio GS-US-540-5773) en pacientes hospitalizados con COVID-19 grave que recibieron Remdesivir durante 5 (n = 200) o 10 días (n = 197), un aumento de AST y ALT ocurrió en 40% y 42% de los pacientes, respectivamente. Anormalidades de laboratorio de aumento de AST y ALT de grado ≥3 ocurrieron en el 7% de los pacientes que recibieron Remdesivir. En un ensayo clínico aleatorizado, abierto y multicéntrico (Estudio GS-US-540-5774) en pacientes hospitalizados con CO-VID-19 moderado que recibieron Remdesivir durante 5 (n = 191) o 10 días (n = 193) en comparación con cuidados estándar (n = 200), los aumentos de AST y ALT ocurrieron en 32% y 33% de los pacientes, para 5 y 10 días de tratamiento respectivamente. Mientras tanto, 33% y 39% de los pacientes que recibieron atención estándar presentaron estos aumentos (con 5 y 10 días de tratamiento, respectivamente). Aumento de AST y ALT en un grado≥ 3 ocurrió en 2% y 3% de los pacientes, respectivamente, y 6% y 7% que recibieron atención estándar.

Estudios clínicos con Remdesivir en COVID-19

https://clinicaltrials.gov/ct2/results?cond=COVID&term=remdesivir&cntry=&state=&city=&dist=

Referencias

(1) A Trial of Remdesivir in Adults With Severe COVID-19. Disponible en:
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04257656?term=remdesivir&cond=COVID&draw=2&rank=5

(2) Adaptive COVID-19 Treatment Trial (ACTT). Disponible en:
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04280705?term=remdesivir&cond=COVID&draw=2&rank=9

(3) National Institute of Health (NIH). Newsroom. Newsreleases. 29 de Abril del 2020. Dispo-nible en:
https://www.niaid.nih.gov/news-events/nih-clinical-trial-shows-remdesivir-accelerates-recovery-advanced-covid-19

(4) Trial of Treatments for COVID-19 in Hospitalized Adults (DisCoVeRy). 2020. Available from:
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04315948.

(5) The Efficacy of Different Anti-viral Drugs in (Severe Acute Respiratory Syndrome-Corona Virus-2) SARS-CoV-2. (The (Norwegian) NOR Solidarity Multicenter Trial on the Efficacy of Different Anti-viral Drugs in SARS-CoV-2 Infected Patients). 2020. Available from:
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04321616.

(6) https://megalabs.global/acaparemiento-remdesivir-en-usa-buena-noticia/

(7) https://megalabs.global/la-union-europea-autoriza-remdesivir/

(8) https://www.ema.europa.eu/en/documents/product-information/veklury-epar-product-information_en.pdf


Favipiravir

El Favipiravir es un medicamento antiviral para administración oral, aprobado para el tratamiento de cuadros graves de influenza en Japón. Se metaboliza en ribosil trifosfato de Favipiravir (Favipiravir RTP), el cual inhibe selectivamente la ARN polimerasa (ARN polimerasa dependiente de ARN) del virus de la influenza, evitando la replicación viral. Tiene un mecanismo de acción diferente a los medicamentos antivirales utilizados para el tratamiento de la influenza existentes y es efectivo contra todos los tipos y subtipos de virus de influenza A, B y C in vitro.(1) En Japón, este medicamento es fabricado por Toyama Chemical (Fujifilm group).

El 30 de mayo del 2020 las Autoridades Sanitarias de Rusia aprobaron el primer medicamento para tratar el COVID-19 fabricado en el país. Se trata del antiviral Avifavir, el cual ha mostrado gran efectividad en pruebas clínicas locales. Fue desarrollado por el grupo farmacéutico ChemRar, en conjunto con el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RFPI). (2)

Estudios clínicos

Los estudios que están en curso, finalizados y planificados para Favipiravir se encuentran disponibles en el siguiente link:

https://clinicaltrials.gov/ct2/results?cond=Covid19&term=Favipiravir&cntry=&state=&city=&dist=

En los Estados Unidos, un ensayo de fase 2 está reclutando aproximadamente 50 pacientes con COVID-19, en colaboración con el Hospital Brigham and Women’s, el Hospital General de Massachusetts y la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts.(3)

Un estudio abierto, no aleatorizado, controlado, realizado por Cai et al. en la sala de aislamiento del centro nacional de investigación clínica para enfermedades infecciosas en Shenzhen, China, examinó los efectos de favipiravir versus lopinavir-ritonavir para el tratamiento de COVID-19.(4) La dosis de favipiravir utilizada fue de 1600 mg dos veces al día en el día 1 y 600 mg dos veces al día en los días 2 a 14. Tanto favipiravir como lopinavir-ritonavir continuaron hasta que se confirmó la eliminación viral o hasta que pasaron 14 días. Se incluyeron un total de 35 pacientes en el brazo de favipiravir (experimental) y 45 pacientes en el brazo de lopinavir-ritonavir (control). Los autores informaron que los pacientes que recibieron favipiravir tuvieron un aclaramiento viral más rápido (mediana (rango intercuartil, IQR), 4 (2.5–9)d vs 11 (8–13) d, P < 0.001) y una mejoría mayor en las imágenes de tórax, 91.43% para el grupo experimental vs 62.22% para el grupo control con P = 0.004. Se observaron más eventos adversos en el brazo de control que en el brazo experimental y ningún paciente necesitó suspender el tratamiento con favipiravir.(4)

El favipiravir también se está investigando en tres estudios activos en China. Los tres utilizan la misma dosis de favipiravir durante 7 a 14 días.(5,6,7) El primero es un ensayo clínico de favipiravir combinado con fosfato de cloroquina para el tratamiento de la neumonía por COVID-19.(5) El estudio reclutó 150 participantes y tiene tres brazos de tratamiento: 1) favipiravir más fosfato de cloroquina (dosis de favipiravir 1600 mg dos veces al día el día 1 y 600 mg dos veces al día los días 2 a 10); 2) favipiravir en monoterapia (con misma dosis a la utilizada para el grupo de tratamiento 1); y 3) placebo.(5)

El segundo ensayo tiene como objetivo evaluar la eficacia y seguridad de favipiravir combinado con tocilizumab para el tratamiento de COVID-19.(6) Este estudio todavía está reclutando activamente. Los participantes se asignan al azar a tres grupos de tratamiento: 1) favipiravir con tocilizumab (dosis de favipiravir de 1600 mg dos veces al día el día 1 y 600 mg dos veces al día los días 2 a 7); 2) favipiravir en monoterapia (con misma dosis a la utilizada para el grupo de tratamiento 1); y 3) placebo.(6)

El tercer estudio tiene como objetivo evaluar el mecanismo, resultado clínico y eficacia terapéutica con favipiravir de pacientes con COVID-19.(7) Los participantes se asignan al azar a favipiravir (dosis de 1600 mg dos veces al día en el día 1 y 600 mg dos veces al día en los días 2 a 7) o tratamiento de cuidados estándar (excluyendo lopinavir y ritonavir, fosfato de cloroquina, sulfato de hidroxicloroquina, umifenovir y colomicina). El estudio tiene como objetivo reclutar alrededor de 210 participantes y tiene una fecha estimada de finalización del estudio del 15 de septiembre de 2020.(7)

La terapia combinada de Favipiravir y Oseltamivir fue evaluada en un estudio clínico. Adicionalmente, dos estudios están planificados para evaluar esta combinación. Sin embargo, el uso combinado no se encuentra aprobado aún.(8)

Dosis y administración (1)

Para COVID-19-Dosis utilizada en la investigación:

1600 mg por vía oral, dos veces por día en el primer día de tratamiento. Luego 600 mg dos veces por día desde el día 2 al 5.

Precauciones y advertencias(1)

• Gastrointestinal: se ha informado hematoquecia

• Hepático: las concentraciones plasmáticas de Favipiravir pueden aumentar en pacientes con insuficiencia hepática

• Inmunológico: se ha informado de celulitis

• Oftálmico: puede causar fototoxicidad

• Renal: la información sobre la seguridad en pacientes con insuficiencia renal no se ha descri-to suficientemente

• Reproductiva: se recomienda el uso de anticonceptivos en mujeres en edad fértil y a los hombres cuya pareja está en edad fértil Evitar su uso en mujeres en la etapa temprana del em-barazo

• Respiratorio: se ha informado neumonía

Eventos adversos (1)

• Efectos dermatológicos: Celulitis

• Efectos endocrinos / metabólicos: hipertrigliceridemia; hiperuricemia; hipertrigliceridemia

• Efectos gastrointestinales: diarrea; gastroenteritis; náusea; vómitos

Referencias

1. IBM Micromedex® Pharmaceutical Knowledge. Ingreso 15 de Julio 2020.

2. https://megalabs.global/rusia-aprobo-el-uso-de-avifavir-contra-el-covid-19/

3. Clinical Trials. Study of the Use of Favipiravir in Hospitalized Subjects With COVID-19. Disponible en:
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04358549?term=Hospital+Brigham%3B+favipiravir&cond=covid19&draw=2&rank=1

4. Cai Q, Yang M, Liu D et al. Experimental treatment with favipiravir for COVID-19: an open-label control study. Engineering. 2020. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.eng.2020.03.007

5. Clinical Trials. Clinical trial of favipiravir tablets combine with chloroquine phosphate in the treatment of novel coronavirus pneumonia. 2020. Disponible en:
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04319900?term=favipiravir&cond=Coronavirus&draw=2&rank=1

6. Clinical Trials. Favipiravir combined with tocilizumab in the treatment of corona virus disease 2019. 2020. Disponible en:
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04310228?term=favipiravir&cond=Coronavirus&draw=2&rank=3

7. Clinical Trials. Corona virus disease 2019 patients whose nucleic acids changed from negative to positive. 2020. Disponible en:
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04333589?term=favipiravir&cond=Coronavirus&draw=2&rank=5

8. https://clinicaltrials.gov/ct2/results?cond=Covid19&term=Favipiravir%3Boseltamivir&cntry=&state=&city=&dist=


Covid ha expuesto las disfunciones de la sociedad

Si deseamos evitar un colapso político, no debemos tratar de suprimir los mercados, sino moderar sus vientos.

Vivimos en una era de múltiples crisis: Covid-19; una crisis de desilusión económica; una crisis de legitimidad democrática; una crisis de los bienes comunes mundiales; una crisis de las relaciones internacionales; y una crisis de gobernanza global. No sabemos cómo lidiar con todo esto. Esto se debe en parte a que es difícil desarrollar las ideas necesarias para la reforma. Sin embargo, se debe mucho más a que la política no puede entregar los cambios necesarios.

La serie Financial Times sobre el nuevo contrato social puso de manifiesto varias disfunciones: el apalancamiento excesivo de las corporaciones; las decepciones de los millennials occidentales; la evasión de impuestos corporativos; y el bajo salario de muchas de las personas de quienes hemos dependido particularmente en la crisis de Covid-19. En mi propio artículo, me referí además de algunas de las disfunciones a largo plazo, incluido el vaciamiento de la clase media y la disminución de la confianza en la democracia, especialmente en los Estados Unidos y el Reino Unido.

En 1944, dos libros influyentes fueron publicados por emigrados de Viena. Uno, El camino a la servidumbre, de Friedrich Hayek, argumentó en contra de la marea entrante del socialismo. El otro, La Gran Transformación, de Karl Polanyi, insistió en que esta marea era el resultado ineludible del mercado libre del siglo XIX. Estos libros contienen ambas verdades. Pero si queremos entender lo que está sucediendo hoy, Polanyi parece ser la mejor guía. Si deseamos evitar un colapso político, no debemos tratar de suprimir los mercados, pero seguramente debemos moderar sus vientos.

En el Reino Unido, ese desafío fue reconocido en ese momento por dos grandes pensadores: John Maynard Keynes, quien se enfocó en la estabilización macroeconómica, y William Beveridge, quien desarrolló el plan para un estado de bienestar. Gran parte de nuestro debate ahora es nuevamente sobre cómo apoyar la seguridad económica. Las respuestas nuevamente tendrán que integrar la macroeconomía con la microeconomía. Estos son los dos elementos económicos centrales en la renovación de la idea de ciudadanía.

Sin embargo, este sentido de responsabilidad, como Keynes entendió, también tiene que ser global. La conferencia internacional en Bretton Woods en 1944, en la que Keynes jugó un papel importante, creó el FMI para ayudar a administrar la economía global y el Banco Mundial para promover el desarrollo económico. Hoy en día, seguramente abogaría por una institución ambiental global igualmente fuerte. La necesidad de una comunidad global en un mundo devastado por la guerra informó el lanzamiento de la ONU por Franklin Roosevelt. También condujo a la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero en 1951.

Nuevamente hoy, hay nuevas ideas que merecen ser consideradas seriamente. Destacaría la necesidad de hacer que las economías sean menos dependientes de la deuda, en parte redistribuyendo los ingresos. Otras ideas se centran en combinar un alto empleo con una mayor seguridad personal. Otros se centran en la reforma fiscal, incluidos los llamados a impuestos sobre el patrimonio. Otros se concentran en la necesidad de reformar el gobierno corporativo. Otros enfatizan nuevamente la necesidad de promover la competencia. A nivel mundial, el inicio de Covid-19 nos ha recordado la necesidad de la cooperación, como lo hace, aún más, el desafío del cambio climático. Nuevamente, hay ideas para tratar con ambos problemas, pero exigen una alianza de políticos con experiencia, tanto a nivel nacional como global, tal como sucedió en las décadas de 1940 y 1950.

En los años del período interbélico, un período de angustia y división comparable al actual, la política arrojó líderes y relaciones entre países que hicieron imposible lograr algo ambicioso. La Liga de las Naciones falló. El mundo se recuperó solo después de pasar por el horno de la guerra. Incluso entonces, Estados Unidos inició la Guerra Fría para lanzar el Plan Marshall y así comenzar la recuperación europea.

Las ideas nunca son suficientes. Tiene que haber consenso, especialmente en las democracias, sobre lo que se necesita. Jimmy Carter, no Ronald Reagan, nombró a Paul Volcker “el asesino de la inflación”, y James Callaghan de Labour, no Margaret Thatcher, declaró en 1976 que «El mundo acogedor que nos dijeron continuaría para siempre, donde el pleno empleo estaría garantizado por un golpe de la pluma del canciller, recortando impuestos, gasto deficitario, ese mundo acogedor se ha ido «. Los enemigos externos a menudo han asegurado la unidad doméstica y alianzas consolidadas. Pero, incluso si esto pudiera funcionar ahora, empeoraría nuestras amenazas globales con respecto a lo que son ahora. En la actualidad, por desgracia, la fuerza más potente en la política mundial es un autoritarismo nacionalista resurgente, como en el período interbélico. Con la excepción del régimen chino, la característica común de estos autócratas actuales es el desempeño del poder personal. Los líderes tienen poco interés en la complejidad de una política con objetivos establecidos. En cambio, ofrecen a sus seguidores la carne roja del combate de gladiadores. El debate sobre el Brexit fue un buen ejemplo.

Mientras tanto, un impulso dominante de la política de izquierda no se basa en la política sino en la identidad, afirmada contra las ideologías conservadoras y nacionalistas de la derecha. Con tales políticas, las posibilidades de un consenso sobre la creación de un mundo mejor en múltiples dimensiones parecen mínimas.

Sin embargo, de ninguna manera es inútil. La política de algunas democracias todavía parece sana y efectiva. La UE parece estar uniéndose, por fin. La pura incompetencia de los populistas nacionalistas al menos se ha hecho evidente. Tal vez, muchos miembros de la vieja clase trabajadora comenzarán a ver al presidente estadounidense Donald Trump como el fraude que es.

Quizá vuelva s surgir una coalición de reformadores radicales pero sensibles para rediseñar las políticas nacionales y la política global. Quizás, la crisis de Covid-19 en sí misma catalizará esto. Pero se necesitará tanto la voluntad como el talento para crear nuevas coaliciones de ideas e intereses. Al final, el cambio siempre se trata de política. La política propone. La política dispone.

Escrito por Martin Wolf y publicado en Financial Times el 20 de julio

Covid ha expuesto las disfunciones de la sociedad


“Nueva enfermedad” post-COVID-19: ¿Cuáles son sus secuelas?

Recientemente informamos sobre la inquietud que generan las secuelas de COVID-19 en el sistema de salud británico, ver aquí: https://megalabs.global/fibrosis-pulmonar-idiopatica-y-su-vinculacion-con-covid-19

Según un grupo de investigadores y médicos del norte de Italia, los efectos a largo plazo de COVID-19, incluso en personas que sufrieron una infección leve, podrían ser mucho peores de lo previsto originalmente.(1)

Según publica Sky News (https://www.youtube.com/watch?v=gbBsBhe02mY), los médicos incluso advierten que algunas personas podrían no recuperarse nunca de la enfermedad y que todos los grupos etarios son vulnerables.(2)

En un estudio publicado en The Lancet el 25 de junio del 2020 (3), se estudiaron las complicaciones neurológicas y neuropsiquiátricas de COVID-19 en 153 pacientes. Se desarrolló red en línea de notificación de informes de casos de respuesta rápida en los principales organismos de neurociencia del Reino Unido, como la Asociación de Neurólogos Británicos (ABN), la Asociación Británica de Médicos de Accidentes Cerebrovasculares (BASP) y el Royal College of Psychiatrists (RCPsych). Los síndromes clínicos generales asociados con COVID-19 se clasificaron como evento cerebrovascular, estado mental alterado, neuropatía periférica u otra. Se alentó a los médicos a informar los casos prospectivamente y fue autorizado que los casos recientes se notifiquen retrospectivamente. 77 (62%) de 125 pacientes presentaron un evento cerebrovascular, de los cuales 57 (74%) tuvieron un accidente cerebrovascular isquémico, nueve (12%) una hemorragia intracerebral y una (1%) vasculitis del SNC. 39 (31%) de 125 pacientes presentaron estado mental alterado, que comprende nueve (23%) pacientes con encefalopatía no especificada y siete (18%) pacientes con encefalitis. Diez (43%) de 23 pacientes con trastornos neuropsiquiátricos tenían psicosis de inicio reciente, seis (26%) tenían un síndrome neurocognitivo (demencial) y cuatro (17%) tenían un trastorno afectivo. 18 (49%) de 37 pacientes con estado mental alterado tenían menos de 60 años y 19 (51%) tenían más de 60 años, mientras que 13 (18%) de 74 pacientes con eventos cerebrovasculares tenían menos de 60 años y 61 (82 %) pacientes eran mayores de 60 años. Por lo tanto, el estado mental alterado fue la segunda consecuencia más común en los pacientes, e incluyó encefalopatía o encefalitis y diagnósticos psiquiátricos primarios, que a menudo ocurren en pacientes más jóvenes. (3)

Un estudio reciente realizado en el University College de Londres (4) es un importante antecedente a lo encontrado por los médicos italianos. El estudio investigó sobre el espectro de hallazgos neurológicos clínicos, radiológicos y de laboratorio, relacionados con COVID-19. En dicho estudio se menciona que a principios de marzo de 2020 se estableció una reunión semanal multidisciplinaria de neurología de la COVID-19 en el Hospital Nacional, Queen Square, para discutir y comenzar a comprender los trastornos neurológicos relacionados con sospecha de COVID-19. Se recogieron datos clínicos y paraclínicos detallados de casos en los que el diagnóstico de COVID-19 se confirmó mediante PCR, o donde el diagnóstico era probable/posible según los criterios de la Organización Mundial de la Salud. Surgieron cinco categorías principales:
I. Encefalopatías (n = 10) con delirio/psicosis y sin anomalías distintas de IRM o LCR;

II. Síndromes inflamatorios del Sistema Nervioso Central (SNC), (n = 12) incluyendo encefalitis, encefalomielitis diseminada aguda, hemorragia, necrosis y mielitis;

III. Accidentes cerebrovasculares isquémicos (n = 8) asociados con un estado pro-trombótico, uno de los cuales murió;

IV. Trastornos neurológicos periféricos (n = 8), siete con síndrome de Guillain-Barré, uno con plexopatía braquial, seis de ocho con recuperación parcial y continua;

V. Cinco pacientes con diversos trastornos centrales que no se ajustaban a estas categorías.

La infección por SARS-CoV-2 está asociada con un amplio espectro de síndromes neurológicos que afectan la neuropatía completa, incluida la vasculatura cerebral y, en algunos casos, responden a inmunoterapias. Es sorprendente la alta incidencia de encefalomielitis diseminada aguda, particularmente con cambio hemorrágico. Esta complicación no se relacionó con la gravedad de la enfermedad respiratoria COVID-19. (4)

En un estudio realizado en 143 pacientes italianos y publicado el 9 de Julio en la revista médica Jama Network (5), los pacientes fueron evaluados una media de 60,3 días después del inicio del primer síntoma COVID-19. Al momento de la evaluación, solo 18 (12.6%) estaban completamente libres de cualquier síntoma relacionado con COVID-19, mientras que el 32% tenía 1 o 2 síntomas y el 55% tenía 3 o más. Ninguno de los pacientes tenía fiebre ni ningún signo o síntoma de enfermedad aguda. Se observó un deterioro de la calidad de vida entre el 44,1% de los pacientes. La Figura 1 muestra que una alta proporción de individuos informó fatiga (53.1%), disnea (43.4%), dolor en las articulaciones (27.3%) y dolor precordial (21.7%). (5)

Figura 1: porcentaje de pacientes que presentan síntomas específicos relacionados con COVID-19 durante la fase aguda de la enfermedad (izquierda) y en el momento de la visita de seguimiento (derecha).(5)

En un estudio publicado en el Journal of the American Heart Association (JAHA) (6), se reclutaron 82 pacientes con COVID-19 confirmado hospitalizados en el Hospital Renmin de la Universidad de Wuhan, desde 1ro. de febrero de 2020 al 24 de febrero de 2020. Se utilizaron análisis univariados para comparar los dos grupos: el grupo de daño miocárdico y el grupo que no presentaba daño miocárdico. De los 82 pacientes reclutados, 34 tenían daño miocárdico y 48 no lo tenían. Treinta pacientes murieron en el grupo de daño miocárdico, y 20 murieron en el grupo sin este daño. En el análisis univariado, la proporción de pacientes de edad avanzada (> 70 años: 70.59% vs 37.50%; p = 0.003) y pacientes con enfermedad cardiovascular (41.18% vs 12.50%; p = 0.003) fue mayor entre los pacientes con daño miocárdico que entre los que no lo tenían. El análisis multivariado mostró que la edad> 70 años (HR 2.44, IC 95% 1.01‐5.40), proteína C reactiva mayor que 100 mg/L (HR 1.92, IC 95% 0.94‐3.92), lactato deshidrogenasa mayor que 300 U/L (HR 2.67, IC 95% 1.03‐6.90) y ácido láctico mayor de 3 mmol/L (HR 3.25, IC 95% 1.57‐6.75) fueron factores de riesgo independientes para daño miocárdico en pacientes con COVID ‐ 19. (6)

Repercusiones “secundarias” de la pandemia

Las repercusiones ocasionadas por la pandemia no sólo están relacionadas directamente con la infección por el virus, sino que muchas de ellas obedecen a las medidas adoptadas para evitar su propagación.

El grupo de Investigación ENFYRED (Entrenamiento, Actividad Física y Rendimiento Deportivo) de la Universidad de Zaragoza detecta un incremento de la fragilidad de las personas mayores que supone un mayor riesgo de lesiones y menos autonomía personal.

La investigación ha analizado los cambios en la capacidad funcional de más de 40 personas mayores institucionalizadas en una residencia de la tercera edad, tras diez semanas de aislamiento residencial. Para ello, se utilizaron tres pruebas científicamente validadas para personas mayores (Short Physical Performance Battery): un test de equilibrio, otro de velocidad de marcha y un test de levantarse de una silla y volver a sentarse en ella sin ayuda de los brazos. Todas las pruebas sufrieron un descenso significativo, más acentuado en la prueba del equilibrio y en la de puesta en pie desde la silla. Los pacientes más frágiles, que eran menos activos previamente, han quedado con una importante limitación de su funcionalidad tras este periodo, algunos con criterios de discapacidad. Tras este estudio, se puede concluir que durante el aislamiento se ha agudizado el deterioro funcional de esta población y por ende ha aumentado su fragilidad, riesgo de caídas y demás consecuencias que pueden ser determinantes en su salud y calidad de vida.(7)

Un artículo publicado en Springer (8) destaca los efectos de la pandemia sobre la salud y el bienestar de las personas. Sin una vacuna actualmente disponible, el virus se transmite rápidamente, motivo por el cual los gobiernos y las autoridades de salud han debido actuar rápidamente, recomendando políticas de «bloqueo» y varios niveles de restricción y aislamiento social para atenuar la tasa de infección. Una consecuencia inmediata de estas estrategias es la exposición reducida a la luz del día, lo que puede resultar en cambios marcados en los patrones de la vida diaria, como el horario de las comidas y el sueño. Estas interrupciones en la biología circadiana tienen graves consecuencias para la salud cardiometabólica para las personas susceptibles. A medida que se alteran los patrones de la vida diaria, surge una preocupación fundamental generada por el aislamiento y que se traduce en una reducción sustancial en el gasto de energía. Una consecuencia inevitable de todas las estrategias de aislamiento es que la mayoría de las personas pasarán más tiempo sentadas y participando en actividades que implican tasas muy bajas de gasto de energía, como el trabajo de escritorio, actividades de redes sociales en línea y ver televisión. Es probable que este comportamiento exacerbe la actual crisis de salud pública creada por los bajos niveles de actividad física voluntaria y las consecuencias posteriores sobre la salud cardiometabólica. De hecho, después de la hipertensión (13%), el consumo de tabaco (9%) y la hiperglucemia prolongada (6%), la inactividad física es actualmente el cuarto factor de riesgo principal para la mortalidad global, y representa el 6% de las muertes globales. Los bajos niveles de actividad física diaria y el comportamiento sedentario se asocian con numerosos resultados adversos para la salud, como dislipidemia, disfunción microvascular y resistencia periférica a la insulina que predisponen colectivamente al aumento de peso y un aumento concomitante de biomarcadores para el riesgo cardiometabólico (8).

Un estudio llevado a cabo por los investigadores de la Escuela Johns Hopkins Bloomberg de Salud Pública publicado en la revista The Lancet Global Health (9) mencionó que al menos 6.000 niños podrían morir cada día por causas prevenibles a lo largo de los próximos seis meses a medida que la pandemia por COVID-19 sigue debilitando los sistemas de la salud e interrumpiendo los servicios rutinarios. En el análisis, que toma como base el peor de tres escenarios de 118 países de bajos y medios ingresos, se estima que podrían producirse alrededor de 1,2 millones de muertes adicionales de menores de cinco años en tan solo seis meses debido a las reducciones en los niveles de cobertura de los servicios médicos rutinarios y al aumento de la emaciación infantil.

Estas potenciales muertes infantiles se sumarían a los 2,5 millones de niños que mueren cada seis meses antes de cumplir cinco años en los 118 países incluidos en el estudio, lo que podría desestimar casi una década de avances para poner fin a la mortalidad prevenible de menores de cinco años.

Por otro lado, también podrían producirse 56.700 muertes maternas adicionales en tan solo seis meses, sumadas a las 144.000 muertes que ya tienen lugar en los mismos países a lo largo de un periodo de seis meses.

En los países cuyos sistemas de salud ya eran débiles, la COVID-19 está ocasionando interrupciones en las cadenas de suministro médico y está sobrecargando los recursos humanos y financieros. Las visitas a los centros médicos están disminuyendo debido a los confinamientos, los toques de queda y las interrupciones en los transportes, y también por el temor que siguen teniendo las comunidades a infectarse

En el estudio se presentan tres escenarios en los que se analizan los efectos que las reducciones de las intervenciones vitales a causa de la crisis tienen sobre las muertes maternas e infantiles. En el supuesto menos grave, en el que la cobertura se reduciría alrededor de un 15%, se advierte de que habría un aumento del 9,8% en las muertes de menores de cinco años (esto es, unas 1.400 al día) y un aumento del 8,3% en las muertes maternas. En el supuesto más grave, en el que las intervenciones en materia de salud se reducirían alrededor de un 45%, se produciría un aumento de nada menos que un 44,7% en las muertes de menores de cinco años, y del 38,6% en las muertes maternas cada mes. El ámbito de las intervenciones abarca la planificación familiar, la atención prenatal y postnatal, la obstetricia, las vacunas y los servicios preventivos y curativos. Las estimaciones revelan que, si por alguna razón se interrumpen los servicios ordinarios de atención médica y se restringe el acceso a los alimentos, el aumento de las muertes infantiles y maternas será devastador. El mayor número de muertes infantiles adicionales se deberá a un aumento en la prevalencia de la emaciación entre los niños, que incluiría posibles repercusiones fuera del sistema de la salud, así como a la reducción del tratamiento de la neumonía y la sepsis neonatal.
Según UNICEF (10), tomando en cuenta el estudio publicado por The Lancet y teniendo en cuenta las reducciones de la cobertura en el peor de los casos, los 10 países en los que se podría registrar el mayor número de muertes infantiles adicionales son: Bangladesh, Brasil, Etiopía, India, Indonesia, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo, República Unida de Tanzanía y Uganda. Los 10 países con más probabilidades de registrar las mayores tasas de exceso de mortalidad infantil en el peor de los casos son: Djibouti, Eswatini, Lesotho, Liberia, Malí, Malawi, Nigeria, Pakistán, Sierra Leona y Somalia.(10)

Referencias

1) https://megalabs.global/medicos-italianos-advierten-fibrosis-pulmonar/

2) https://www.youtube.com/watch?v=gbBsBhe02mY

3) https://www.thelancet.com/journals/lanpsy/article/PIIS2215-0366(20)30287-X/fulltext

4) https://academic.oup.com/brain/article/doi/10.1093/brain/awaa240/5868408?searchresult=1

5) https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2768351?resultClick=1

6) https://www.ahajournals.org/doi/abs/10.1161/JAHA.120.016706

7) https://www.immedicohospitalario.es/noticia/19647/detectan-secuelas-fisicas-del-confinamiento-en-personas-mayores.html

8) https://link.springer.com/article/10.1007/s40279-020-01295-8

9) https://www.thelancet.com/action/showPdf?pii=S2214-109X%2820%2930229-1

10) https://www.unicef.es/blog/mortalidad-infantil-que-hay-detras-de-los-datos


El empleo de probióticos para aplanar la curva de la pandemia de COVID-19

A pesar de las estrategias basadas en el distanciamiento social, la higiene y la detección, COVID-19 está progresando rápidamente en todo el mundo, con los sistemas de salud en riesgo de ser superados. Si bien la identificación de terapias farmacológicas efectivas está en curso, las vacunas no estarán disponibles en el futuro cercano. Por lo tanto, se necesitan urgentemente estrategias preventivas adicionales.

COVID-19 se presenta con un espectro de gravedad de la enfermedad, que varía desde síntomas leves y no específicos similares a la gripe, hasta neumonía y complicaciones potencialmente mortales, como el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) y la insuficiencia orgánica múltiple. Si bien se cree que la transmisión del SARS-CoV-2 ocurre principalmente a través de gotitas respiratorias, el intestino también puede contribuir a la patogénesis de COVID-19. El ARN del SARS-CoV-2 se ha detectado en el tracto gastrointestinal y muestras de heces de pacientes y en sistemas de alcantarillado. Los coronavirus, incluido el SARS-Cov-2, pueden invadir los enterocitos, actuando como reservorio del virus. De hecho, grandes estudios clínicos de China indican que los síntomas gastrointestinales son comunes en COVID-19 y están asociados con la gravedad de la enfermedad.

Los probióticos son microorganismos vivos que cuando se administran en cantidades adecuadas confieren un beneficio para la salud del huésped. La evidencia clínica muestra que ciertas cepas probióticas ayudan a prevenir infecciones bacterianas y virales, incluidas la gastroenteritis, la sepsis y las infecciones del tracto respiratorio (ITR). La razón para agregar cepas de probióticos a la estrategia general de prevención y atención se fundamenta en la ciencia y los estudios clínicos, aunque hasta ahora ninguno sea enfocado directamente sobre el agente etiológico de esta pandemia.

El empleo de probióticos para aplanar la curva


Pakistan reanudará la vacunación masiva contra poliomielitis, interrumpida por un brote de COVID19

Pakistán anunció el martes que reanudará la vacunación contra la poliomielitis la próxima semana, meses después de que se detuviera la vacunación contra esta enfermedad infantil paralizante porque el nuevo coronavirus había abrumado el sistema de salud del país.

Las secuelas de la poliomielitis son infinitamente más severas e invalidantes que las de COVID19. Sin embargo, las acciones de salud pública no pueden tomar solamente esto en cuenta.

La campaña antipoliomielítica duraría tres días, a partir del próximo lunes, con el plan de vacunar a unos 800,000 niños. Los departamentos de policía han recibido solicitudes para garantizar la seguridad de los trabajadores de la polio.

Rana Mohammad Safdar, quien supervisa las operaciones antipoliomielíticas en el país, dijo que los trabajadores contra la polio se adherirían a las regulaciones de distanciamiento social impuestas por COVID19 mientras cumplen con su deber.

El anuncio se produce después de que el jefe del ejército de Pakistán, el general Qamar Javed Bajwa, le confirmó al cofundador y filántropo multimillonario de Microsoft Bill Gates el mes pasado que a pesar del desafío de COVID19, el gobierno planeaba reiniciar la vacunación contra la poliomielitis en todo el país. Bajwa no dio fecha en ese momento.

Pakistán, Afganistán y Nigeria son los tres países del mundo donde la polio, una enfermedad incapacitante y potencialmente mortal causada por el virus de la polio, sigue siendo endémica. La fundación sin fines de lucro Bill y Melinda Gates ha ayudado a Pakistán y otros lugares del mundo a combatir la enfermedad.

La polio es una enfermedad totalmente evitable mediante una vacunación adecuada. La vacuna que se utiliza se administra por vía oral y estpá disponible desde hace 58 años.

La Organización Mundial de la Salud, en una reunión en junio, revisó la situación de la polio en Pakistán y en otros lugares y extendió las restricciones de viaje, aplicadas inicialmente en 2014, que requieren que las personas se vacunen contra la polio un mes antes de viajar a Pakistán.

Pakistán esperaba eliminar la enfermedad en 2018, cuando solo se informaron 12 casos. Pero hubo un aumento en los casos nuevos al año siguiente. Desde enero, Pakistán ha reportado 58 nuevos casos de poliomielitis en varias partes del país, incluida la región noroeste de Afganistán.

Los talibanes y otros militantes regularmente realizan ataques contra equipos de polio y fuerzas de seguridad que los escoltan, así como a centros de vacunación y trabajadores de la salud porque afirman que la campaña antipoliomielítica es parte de una supuesta conspiración occidental para esterilizar a los niños o recopilar información. Los ataques contra los equipos de poliomielitis aumentaron después de que se reveló que la CIA utilizó una campaña falsa de vacunación contra la hepatitis como artimaña en la búsqueda del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden. Bin Laden fue asesinado por comandos estadounidenses en 2011 en Pakistán.

Pakistán ha tenido más de 253,000 casos de coronavirus, incluidas 5,320 muertes, desde que se detectó la primera infección en febrero.

El martes, informó 1,979 casos, una disminución sustancial en las infecciones diarias desde mayo, cuando se alivió el cierre, causando un aumento en las infecciones y muertes por COVID-19.

La vacuna Sabin contra la polio se administra por vía oral, es miuuy simple de administrar y su costo es muy bajo. Aunque está disponible desde 1962 (o sea, desde hace 58 años) razones políticas como la antes mencionada y falta de atención y recursos por parte de los gobiernos y de la OMS han impedido que la enfermedad desaparezca del planeta
https://es.wikipedia.org/wiki/Vacuna_contra_la_poliomielitis

Las consecuencias de la poliomielitis suelen ser devastadoras para los niños que la padeces, a diferencia de COVID que casi no produce síntomas en niños

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Pakistan reanuda vacuna polio


Porqué el acaparamiento del remdesivir en USA en realidad puede ser una buena noticia para el resto del mundo

El 30 de junio, The Guardian publicó un artículo con el título «Estados Unidos asegura el stock mundial de remdesivir, una de las dos drogas clave contra covid-19», lamentando la monopolización durante «los próximos tres meses de una de las dos drogas probadas para trabajar contra covid-19, dejando ninguna opción para el Reino Unido, Europa o la mayoría del resto del mundo «. Esta actitud de «yo primero» no debería sorprender a nadie familiarizado con la actitud actual de la administración de Estados Unidos hacia cualquier aspecto que involucre la colaboración internacional, como su postura sobre el cambio climático, la Organización Mundial de la Salud, comercio e inmigración.

Paradójicamente, la monopolización del remdesivir por Estados Unidos en realidad puede ser una buena noticia para el resto del mundo. La evidencia del beneficio clínico de remdesivir es proporcionada por un ensayo controlado aleatorio de 1063 pacientes publicado en el New England Journal of Medicine. Muestra un tiempo medio de recuperación más corto en el grupo remdesivir, en comparación con 15 días en el grupo placebo. No hubo ningún efecto sobre la mortalidad. Además, hay muchas razones por las cuales el tiempo más corto reportado para la recuperación sintomática puede ser una sobreestimación de su verdadero valor.

En primer lugar, recordemos algunos principios básicos de los ensayos controlados. Se ha establecido que los ensayos patrocinados por una compañía, los ensayos interrumpidos prematuramente, los ensayos mal ejecutados con cegamiento infructuoso y los ensayos grandes perdidos durante el seguimiento, todos contribuyen a medidas de efecto exageradas, embellecidas y poco confiables. Este estudio de remdesivir fue patrocinado por la compañía, interrumpido prematuramente, tuvo cegamiento incompleto, y sólo alrededor del 15% de los pacientes tuvieron su resultado evaluado en el punto final primario especificado de 28 días. Una preocupación adicional para algunos es la modificación del criterio de valoración principal del ensayo poco antes de la publicación, aunque aparentemente antes de desenmascarar los resultados. Por el contrario, un ensayo no patrocinado por la compañía que analizó las mismas dosis de remdesivir no encontró ningún beneficio para la duración de los síntomas o la mortalidad. ¿Todavía estamos convencidos de la magnitud de algún beneficio potencial?

Obviamente, en una pandemia hay un fuerte impulso para encontrar rápidamente tratamientos eficaces, pero esto se vuelve cada vez más difícil cuando los resultados se presentan por primera vez, no en revistas revisadas por pares sino en conferencias de prensa y preimpresiones. Además, debemos ser conscientes de los sesgos cognitivos extracientíficos asociados que pueden influir en la claridad de nuestra toma de decisiones. Por ejemplo, cuando el principal experto en coronavirus de EE. UU. describe el estudio mencionado anteriormente como que muestra «un efecto claro, significativo y positivo para disminuir el tiempo de recuperación», se prepara el escenario para el optimismo, la confirmación y los sesgos de pensamiento grupal que pueden impedir una evaluación exhaustiva, objetivo, crítica y de la totalidad de la evidencia. Estos sesgos se ejemplifican en una cita en el artículo de The Guardian de Andrew Hill, investigador principal visitante de la Universidad de Liverpool, que
dice: «Remdesivir sacaría a las personas del hospital más rápidamente, reduciendo la carga sobre el Sistema Nacional de Salud (del Reino Unido) y podría mejorar la supervivencia» y «Una vez más estamos al final de la fila «.

Yo diría que en este caso, es bueno estar al final de la cola. Vale la pena repetir que ningún estudio con remdesivir ha demostrado una reducción en la estadía hospitalaria o la mortalidad. Incluso ignorando la incertidumbre sobre la magnitud de cualquier reducción en el tiempo de recuperación sintomática, está lejos de ser obvio que seguirían las reducciones en la duración de la estadía en el hospital. La mayoría de los pacientes hospitalizados con covid-19 son adultos mayores con múltiples comorbilidades y, a menudo, son frágiles, con sistemas de apoyo social limitados que pueden llevar a una prolongación de la estancia hospitalaria más allá de la duración de sus síntomas infecciosos. Para este beneficio marginal e incierto, el fabricante ahora propone cobrar alrededor de $ 3000 (£ 2400; € 2700) por tratamiento.

La historia de Remdesivir también puede provocar sospechas adicionales ya que su investigación como tratamiento para otras enfermedades virales, como la hepatitis C y el ébola, no ha demostrado ningún éxito clínico. Además, la última vez que los países acopiaron antivirales por valor de miles de millones de dólares, al menos US$ 10 mil millones para el oseltamivir (Tamiflu), difícilmente podría haberse considerado un éxito, ya que finalmente fue eliminado de la lista de medicamentos esenciales de la OMS por ineficaz.

El aforismo «Aquellos que no conocen la historia están condenados a repetirlo» del filósofo George de Santallana, parece apropiado.

En conclusión:
SÍ, la acción de los Estados Unidos es realmente la apoteosis de una nación egocéntrica, pero es potencialmente beneficiosa para otros países. Es mejor que el sistema de salud estadounidense plutocrático domine este mercado con un gasto de $ 1.5 mil millones cuando los beneficios son tan inciertos. El dinero que otros países ahorrarán seguramente se pueda gastar mejor en investigaciones adicionales para éste y otros medicamentos, así como para medidas de salud pública, incluidas las pruebas diagnósticas, el seguimiento de contactos y el mantenimiento de la atención médica universal, todo lo cual constituyen lagunas notables en el sistema de salud estadounidense.
Ver Nota 1

Ver Nota 2

La historia del remdesivir en USA en realidad puede ser una buena noticia para el resto del mundo


Médicos italianos advierten que algunos efectos del COVID-19 podrían ser permanentes

No es una advertencia nueva, ni tampoco son los médiocos italianos los primeros en advertir.
Recientememnte informamos sobre la inquietud que generan las secuelas de COPVID19 en el sistema de salud británico https://megalabs.global/fibrosis-pulmonar-idiopatica-y-su-vinculacion-con-covid-19

Según un grupo de investigadores y médicos del norte de Italia, los efectos a largo plazo de COVID-19, incluso en personas que sufrieron una infección leve, podrían ser mucho peores de lo previsto originalmente. Psicosis, insomnio, complicaciones renales, infecciones de la columna vertebral, accidentes cerebrovasculares, cansancio crónico y problemas de movilidad se están identificando en pacientes recuperados de coronavirus en Lombardía, la región más afectada del país.

Según publica Sky News (ver video), los médicos incluso advierten que algunas personas podrían no recuperarse nunca de la enfermedad y que todos los grupos etarios son vulnerables.
Las advertencias surgen en medio de crecientes preocupaciones en el norte de Italia de que una segunda ola del virus podría estar empezando y sería inminente. Los médicos de dos de los principales hospitales de la región han informado de un puñado de nuevos casos de personas gravemente enfermas con problemas respiratorios, claramente causados por el COVID-19.
El doctor Roberto Cosentini, jefe de emergencias del Hospital Papa Giovanni XXIII en Bérgamo, supervisó la respuesta al virus que se extendió por esta provincia alpina y se cobró la vida de al menos 6.000 personas. «Al principio, pensamos que era una gripe grave, luego pensamos que era una gripe grave con una neumonía muy grave, pero luego descubrimos que es una enfermedad sistémica con daño en los vasos en todo el cuerpo con afectación renal y cerebral», dijo al medio.
«Estamos viendo manifestaciones agudas de insuficiencia renal que requieren diálisis, o bien accidentes cerebrovasculares, y además infartos agudos al miocardio, y muchas son complicaciones u otras manifestaciones del virus», agregó.
Emanuela Catenacci es neurocirujana en el Hospital Cremona, y trabajó durante el momento más álgido de la pandemia. «El virus es una infección sistémica, algunos de los órganos de nuestro aparato tienen la mayor manifestación, como los pulmones, como sabemos, pero también el cerebro, la piel y, a veces tenemos vasculitis, por lo que no es solo infección respiratoria alta o respiratoria baja, no termina ahí», explicó.
Un estudio reciente realizado en el University College de Londres es un importante antecedente a lo encontrado por los médicos italianos.
Los científicos identificaron complicaciones neurológicas graves derivadas del COVID-19, que incluyen delirios, inflamación cerebral, accidentes cerebrovasculares y daños nerviosos en 43 personas de 16 a 85 años.
Algunos de los pacientes no habían experimentado problemas respiratorios graves, siendo el trastorno neurológico el primer y único signo de que tenían del coronavirus.

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