Las vacunas nos han protegido siempre
Gracias a las vacunas jamás volveremos a tener algunas de las enfermedades graves que desde el inicio de la humanidad han tenido consecuencias catastróficas. Recordemos algunos ejemplos:
La viruela es una de las enfermedades más mortales y también la única que se considera erradicada desde 1980 con la vacunación. La tasa de mortalidad era del 30% y se caracterizaba por la aparición de pústulas y posteriores cicatrices diseminadas por todo el cuerpo y en algunos casos ceguera. Edward Jenner, padre de la inmunología, descubrió cómo el virus vaccinia de las vacas era capaz de provocar inmunidad contra la viruela cuando se inoculaba en personas sanas.
El sarampión es una enfermedad causada por un virus con ARN de la familia de los paramixovirus. Alrededor del 90% de las personas susceptibles que se exponen a alguien con el virus se infectan. La vacuna del sarampión ha contribuido en gran manera a disminuir la mortalidad infantil. La enfermedad está lejos de ser erradicada y cuando la población deja de vacunarse, inmediatamente aparecen brotes.
Gracias a las vacunas, protectoras e invisibles, podremos erradicar muchas más enfermedades.
Oleo de Eugene Ernest Hillemacher. Edward Jenner vacunando a un niño (1884)
¿En qué momento un enfermo de Covid-19 resulta más contagioso?
Según un estudio publicado en Science
https://science.sciencemag.org/content/371/6526/eabe2424.full
el nivel máximo de transmisión se da en los #cinco #primeros #días que siguen al comienzo de los síntomas.
La mayor parte de las personas que se hace un test recibe los resultados cuando ya ha superado el periodo de mayor contagio. El hecho de que el pico de carga viral se dé al comienzo de la enfermedad apunta a que, para romper la cadena de transmisión, una persona con Covid19 debería confinarse tan pronto como empiece a manifestarse los síntomas, sin esperar a los resultados de la prueba.
Otro estudio publicado en The Lancet Microbe
https://www.thelancet.com/journals/lanmic/article/PIIS2666-5247(20)30172-5/fulltext
indica que la carga viral alcanza sus valores más altos en la nariz y en la garganta durante los primeros momentos de la infección. Concretamente, entre el primer día con síntomas y el último. Y esto ocurre incluso en los pacientes con síntomas leves.
Qué es la fatiga pandémica y por qué pone en riesgo las estrategias de prevención
En el documento redactado por la OMS
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/335820/WHO-EURO-2020-1160-40906-55390-eng.pdf
explica que es una respuesta natural y esperada a una crisis de salud pública prolongada. Confinamiento, miedo al contagio, pérdida de seres queridos, de trabajo… el impacto de la emergencia sanitaria ha agotado a una gran cantidad de personas. ¿Cómo se manifiesta? Muchos experimentan sensaciones de estrés, apatía y desmotivación, factores que contribuyen a la baja adherencia a las recomendaciones necesarias para prevenir la propagación del virus.
Los niveles de #preocupación y #ansiedad alcanzaron su punto máximo en marzo y abril. Se han mantenido estables desde entonces, aunque sentirse estresado específicamente por el Covid-19 ha aumentado en las últimas semanas a medida que aumentaron las tasas de infección.
Un área crucial de la conducta donde la adherencia es baja es el #autoaislamiento cuando se tienen síntomas. Puede deberse a las demandas de la vida laboral o familiar y la falta de capacidad de recuperación financiera.
La OMS apunta que hasta un tercio de los pacientes recuperados pueden sufrir ansiedad o depresión.
¿De qué tiene miedo una persona mayor?
Hasta la aparición del coronavirus, la investigación en miedos en personas mayores se había centrado en los siguientes tres grandes temas:
- Miedo a las caídas
- Miedo a tener una demencia
- Miedo al propio proceso de envejecer
Estos tres miedos tienen algo en común: nos hablan del temor a ser dependientes, a la pérdida de la salud y a la muerte. Ahora, con el Covid-19 se amplifican y tiene un aspecto que destaca frente al resto.
A los hijos, nietos, etc. les preocupa que una persona mayor de su entorno se infecte y pueda morir debido a ello. Esto lleva a situaciones de #sobreprotección y #paternalismo, es decir, a tomar decisiones sobre la vida y salud de la propia persona mayor.
Por ejemplo, cada vez que le hablamos y le recomendamos que no salga o que se proteja, aumenta aún más su sensación de vulnerabilidad y miedo. Ese paternalismo limita que puedan tomar sus propias decisiones y que, con las medidas sanitarias establecidas, puedan continuar con sus actividades y contactos sociales más significativos.
Debemos aprender a convivir con la pandemia y buscar alternativas que eviten la soledad de las personas mayores y mantengan su salud y calidad de vida el máximo tiempo posible
La risa es realmente la mejor medicina
¿Sabías que la Gelotología (del griego gelos “risa”) es la ciencia que estudia los efectos de la risa en el cuerpo y en la psiquis? La risa puede ayudar a mejorar las condiciones de salud física y mental, dice William Fry, profesor emérito de la Universidad de Stanford, pionero de la gelotología. Estimula los órganos vitales, alivia la tensión, la ansiedad, el estrés y mejora la función cognitiva.
- Los gelotólogos prescriben varias formas de #amplificar la diversión en nuestras vidas:
- Sonríe más! Incluso una sonrisa simulada o una risa forzada tiene beneficios y puede volverse contagiosa
- Colecciona chistes y compártelos con los demás
- Mira una película, un programa de televisión o un video que sea divertido
- Juega con niños, juega con mascotas, juega en general!
- Prueba el yoga de la risa. Hasya yoga combina asanas de yoga con la risa como terapia complementaria
- Tómate un tiempo para actividades divertidas, bolos, juegos de mímica, karaoke, u organiza una noche de juegos con familia o amigos que combine varios
Ve a donde está la diversión. Pasa tiempo con personas que te hagan reír.
Efectos neurotóxicos del alcohol y salud cerebral
Existe evidencia convincente de los efectos nocivos del alcohol en el cerebro. El mayor riesgo ocurre durante tres períodos de la vida que están marcados por cambios cerebrales dinámicos, escriben en un editorial publicado en The BMJ
https://www.bmj.com/content/371/bmj.m4691
Los tres periodos son:
- La gestación (desde la concepción hasta el nacimiento)
- Adolescencia tardía (de 15 a 19 años)
- Edad adulta mayor (65 años y más)
Los cambios se aceleran después de los 65 años, en gran parte impulsados por disminuciones en el tamaño de las neuronas y reducciones en el número de espinas dendríticas y sinapsis.
A nivel mundial, alrededor del 10% de las mujeres embarazadas beben alcohol. Su consumo excesivo durante la gestación puede causar un trastorno del espectro alcohólico fetal, que se asocia con reducciones generalizadas del volumen cerebral y deterioro cognitivo.
En la adolescencia, más del 20% de los jóvenes de 15 a 19 años informan al menos de un consumo excesivo ocasional, que está relacionado con un volumen cerebral reducido, un desarrollo más deficiente de la materia blanca y déficits en una variedad de funciones cognitivas, añaden.
Reino Unido es el primer país de alta vigilancia sanitaria que aprueba una vacuna contra el coronavirus
Reino Unido aprobó el 2 de diciembre de 2020 la vacuna contra el coronavirus co-desarrollada por Pfizer y la empresa alemana BioNTech. El gobierno tiene previsto que la vacuna esté disponible en todo el país la próxima semana.
Pfizer y BioNTech dijeron anteriormente que el análisis de la vacuna demostró que tenía una efectividad del 95%, sin problemas de seguridad en los grupos experimentales.
En un comunicado, el Departamento de Salud del Reino Unido (NHS, National Health Service) dijo que había aceptado la recomendación de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA, por sus siglas en inglés), de aprobar la vacuna, después de meses de rigurosos ensayos clínicos y un análisis exhaustivo de los datos por expertos de la MHRA que han concluido que la vacuna ha cumplido con sus estrictos estándares de seguridad, calidad y eficacia.
La decisión de la autoridad reguladora del Reino Unido (MHRA) se tomó con el asesoramiento de la Comisión de Medicamentos Humanos (CHM), el organismo asesor científico experto independiente del gobierno. Un equipo dedicado de científicos y médicos de MHRA llevó a cabo una revisión rigurosa, científica y detallada de todos los datos disponibles, a partir de octubre de 2020.
Esto se hizo mediante un proceso regulatorio conocido como «revisión continua» (rolling review). Se puede utilizar una «revisión continua» para completar la evaluación de un medicamento o vacuna prometedores durante una emergencia de salud pública en el menor tiempo posible. Esto se hace a medida que están disponibles los datos de los estudios en curso, de forma escalonada.
Los científicos y médicos expertos de la MHRA revisaron en su momento los datos de los estudios preclínicos de laboratorio, los ensayos clínicos, los controles de fabricación y calidad, el muestreo del producto y las pruebas finales de la vacuna y también consideraron las condiciones para su suministro y distribución seguros.
El Instituto Nacional de Estándares y Control Biológicos, parte de la agencia, ha hecho y seguirá haciendo pruebas analíticas independientes para que cada lote de la vacuna cumpla con los estándares esperados de seguridad y calidad.
Disponible a partir de la próxima semana
El Comité Conjunto de Vacunas e Inmunizaciones (JCVI) publicará en breve su consejo final para los grupos prioritarios que recibirán la vacuna, incluidos los residentes de hogares de ancianos, el personal de salud y atención, los ancianos y los pacientes clínicamente más vulnerables.
«La vacuna estará disponible en todo el Reino Unido a partir de la próxima semana. El NHS tiene décadas de experiencia en la implementación de programas de vacunación a gran escala y comenzará a poner en práctica sus extensos preparativos para brindar atención y apoyo a todas las personas elegibles para la vacunación», agrega la declaración.
«Para ayudar al éxito del programa de vacunación, es vital que todos sigan desempeñando su papel y respeten las restricciones necesarias en su área para que podamos reprimir aún más el virus y permitir que el NHS haga su trabajo sin sentirse abrumado».
El Reino Unido ya ha comprado 40 millones de dosis de la vacuna, suficientes para vacunar a 20 millones de personas, casi el 30% de su población.
En reacción a la noticia, Ugur Sahin, cofundador de BioNTech, empresa que desarrolló la vacuna, dijo que esto «marcará la primera vez que los ciudadanos fuera de los ensayos clínicos tendrán la oportunidad de ser inmunizados contra el COVID-19».
«Creemos que la implementación del programa de vacunación en el Reino Unido reducirá el número de personas en la población de alto riesgo que serán hospitalizadas», dijo Sahin en un comunicado. «Nuestro objetivo es llevar una vacuna segura y eficaz tras su aprobación a las personas que la necesitan. Los datos enviados a las agencias reguladoras de todo el mundo son el resultado de un programa de investigación y desarrollo científicamente riguroso y altamente ético».
Otros países, incluido Estados Unidos, están considerando la aprobación de varias vacunas contra el coronavirus antes de fin de año.
https://www.gov.uk/government/news/uk-authorises-pfizer-biontech-covid-19-vaccine
Reino Unido es el primer país de alta vigilancia sanitaria
La ONU reconoce oficialmente las propiedades medicinales del cannabis
La ONU ha reconocido el miércoles 2 de diciembre de 2020 las propiedades medicinales del cannabis en una votación en Viena de la Comisión de Estupefacientes, el órgano ejecutivo sobre políticas de drogas de Naciones Unidas
https://news.un.org/es/story/2020/12/1485022
La mayoría simple de los 53 Estados de la Comisión ha decidido retirar el cannabis y su resina de la Lista IV de la Convención sobre drogas de 1961, lo que significa que se reconoce oficialmente la utilidad médica de esa planta, cuyo consumo recreativo seguirá prohibido en la normativa internacional.
Casi todos los Estados de la Unión Europea, con excepción de Hungría y numerosos de América han sumado una mayoría simple de 27 votos para aprobar el cambio, uno de los más importantes en materia de drogas en las últimas décadas, mientras que gran parte de los países de Asia y África se opuso.
En esa Convención el cannabis está clasificado en las listas I y IV, esta última reservada a las drogas más peligrosas y bajo control más estricto, como la heroína, y a las que se otorga escaso valor médico.
Este cambio facilitará la investigación con cannabis, que cuenta con principios activos que han mostrado resultados prometedores en el tratamiento del párkinson, la esclerosis, la epilepsia, el dolor crónico y el cáncer.
Gran parte de la investigación sobre la felicidad puede reducirse a una receta principal: dar gracias.
A través de cientos de estudios se ha descubierto que practicar la gratitud aumenta las emociones positivas, reduce el riesgo de depresión, aumenta la satisfacción y la resiliencia frente a eventos estresantes de la vida.
El problema es que la gratitud no siempre es algo natural. Los aspectos negativos ocupan más nuestra atención que los aspectos positivos. Robert Emmons, un destacado científico experto en gratitud, sostiene que desarrollar intencionalmente una perspectiva de agradecimiento nos ayuda a reconocer las cosas buenas de nuestras vidas.
Al convertir la gratitud en un hábito, podemos comenzar a cambiar el tono emocional, creando más espacio para la alegría y la conexión con los demás. Investigadores han identificado una serie de prácticas para cultivar la gratitud. Muchas se recopilan en el sitio web del Greater Good Science Center, Greater Good in Action (GGIA) y ofrece los mejores ejercicios basados en la investigación para fomentar la felicidad, la bondad, la conexión y la resiliencia
https://ggia.berkeley.edu/?_ga=2.28637180.1518665240.1606742484-934253619.1606742484#filters=gratitude
Diagnóstico, manejo y fisiopatología de la trombosis arterial y venosa en COVID-19
La infección por coronavirus 2 (SARS-CoV-2) del síndrome respiratorio agudo severo se asocia con complicaciones trombóticas arteriales y venosas. En un registro estadounidense de pacientes con enfermedad por COVID-19, se produjeron complicaciones trombóticas en el 2,6% de 229 pacientes hospitalizados que no estaban críticamente enfermos y en el 35,3% de 170 pacientes en estado crítico hospitalizados.
El riesgo de tromboembolismo en el SRAS-CoV -2 se desconoce para la infección en pacientes no hospitalizados.
Las complicaciones trombóticas incluyen infarto de miocardio (IM), accidente cerebrovascular isquémico y tromboembolismo venoso (TEV). Los hallazgos en autopsia de microtrombos en múltiples sistemas orgánicos, incluidos los pulmones, el corazón y los riñones, sugieren que la trombosis puede contribuir a la disfunción orgánica multisistémica en el COVID-19 grave.
Aunque la fisiopatología no está completamente definida, se han identificado anomalías protrombóticas en pacientes con COVID-19. En un estudio de 19 pacientes críticamente enfermos con COVID-19, se identificaron niveles elevados de los siguientes marcadores de hipercoagulabilidad: dímero D en el 100% de los participantes, fibrinógeno en el 74% de los participantes y factor VIII en el 100% de los participantes.
Se detectaron anticuerpos antifosfolípidos en el 53% de los participantes, y se detectaron niveles reducidos de proteína C, proteína S y antitrombina en todos los participantes. Las anomalías de la coagulación se asociaron con accidente cerebrovascular, isquemia arterial periférica y TEV.
Un estudio de 115 pacientes con COVID -19 (71 con enfermedad no grave y 44 con enfermedad grave) documentó la presencia de ARN del SARS-CoV-2 en las plaquetas y niveles elevados de citocinas asociadas a las plaquetas.
En este estudio, la agregación plaquetaria se produjo a concentraciones de trombina inferiores a las esperadas.
La histopatología de 38 autopsias de pacientes con COVID-19 demostró trombos microvasculares, trampas extracelulares de neutrófilos (redes de ADN extracelular derivado de neutrófilos) y agregados de plaquetas y neutrófilos. Los ensayos in vitro realizados en muestras de sangre periférica en 3 pacientes con COVID-19 documentaron una activación excesiva de plaquetas y neutrófilos, evaluada mediante desgranulación y activación e inmunofluorescencia de la integrina IIb-IIIa, en comparación con muestras de 5 pacientes control sanos.5
La infección viral directa de las células endoteliales con infiltración densa de células T perivasculares junto con la activación aberrante de macrófagos, la muerte celular endotelial e inflamatoria, la microangiopatía trombótica y la angiogénesis distinguen aún más al COVID-19 histopatológicamente de otros virus respiratorios. La fisiopatología del tromboembolismo en el COVID-19 en comparación con los trastornos no relacionados con COVID-19, pueden ser más dependientes de plaquetas y estar relacionados con la inflamación endotelial mediada por virus, además de la hipercoagulabilidad asociada con concentraciones aumentadas de factores de coagulación, anticuerpos antifosfolípidos adquiridos y concentraciones disminuidas de proteínas anticoagulantes endógenas.
La inflamación sistémica más grave y el compromiso respiratorio en COVID-19 se asocian con una mayor prevalencia de complicaciones trombóticas. Entre 388 pacientes hospitalizados con COVID-19 (16% estaban críticamente enfermos), a pesar de la tromboprofilaxis con heparina de bajo peso molecular (HBPM) en todos los pacientes en la unidad de cuidados intensivos y en el 75% de los que no estaban en cuidados intensivos, el TEV sintomático ocurrió en 4,4% de los pacientes, ictus isquémico en el 2,5% e infarto de miocardio en el 1,1% 7.
No está claro hasta qué punto el SARS-CoV-2 aumenta el riesgo de tromboembolismo. Un estudio realizado en el Reino Unido de 1877 altas hospitalarias relacionadas con COVID-19 y 18159 relacionadas con enfermedades médicas distintas de COVID-19 no difirió en las tasas de TEV asociada al hospital (4,8 / 1000 frente a 3,1 / 1000; razón de posibilidades, 1,6 [ IC del 95%, 0,77-3,1]; p = 0,20). La alta tasa de TEV en COVID-19 puede ser menos específica del virus y deberse principalmente a la gravedad general de la enfermedad y las complicaciones.
Aunque se están realizando múltiples ensayos que prueban intervenciones para prevenir complicaciones trombóticas en COVID-19, las guías clínicas actuales se han basado en estudios previos de profilaxis de TEV en enfermedades médicas agudas no relacionadas con COVID-19. A la espera de que se completen los ensayos en curso, las pautas para COVID-19 se derivan de las recomendaciones en poblaciones con enfermedades médicas. Aún no está claro si estas pautas son óptimas para la trombosis relacionada con COVID-19. Las pautas del American College of Chest Physicians (ACCP) sugieren la profilaxis con HBPM o fondaparinux en lugar de heparina no fraccionada o anticoagulantes orales directos (ACOD) para todos los pacientes hospitalizados con COVID-19 en ausencia de contraindicaciones, como hemorragia activa.
LMWH inyectable diario, 40 mg, y fondaparinux, 2,5 mg, se prefieren a la heparina no fraccionada (2-3 veces al día), porque las primeras opciones limitan la exposición del médico a los pacientes infectados. Estos fármacos se prefieren a los ACOD debido a las interacciones fármaco-fármaco con agentes antivirales. Aunque se han propuesto HBPM en dosis dobles o en dosis terapéuticas, dada la alta incidencia de TEV a pesar de la tromboprofilaxis estándar en pacientes críticamente enfermos con COVID-19, la ACCP sugiere dosis estándar de HBPM en función de la ausencia de datos de ensayos clínicos.
La Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH) sugiere que se puede considerar la mitad de la dosis terapéutica de HBPM (1 mg / kg al día) para la profilaxis en pacientes de alto riesgo con COVID-19, y que se considere una dosis 50% más alta en los pacientes con obesidad; sin embargo, la terapia profiláctica óptima sigue sin estar clara. La terapia antitrombótica de dosis completa como profilaxis para pacientes de alto riesgo con COVID-19 se está evaluando en ensayos clínicos. Aunque la fisiopatología del tromboembolismo en COVID-19 implica hiperreactividad plaquetaria, la evaluación de la terapia antiplaquetaria para la profilaxis está en curso.
El riesgo de TEV persiste después del alta en pacientes de alto riesgo hospitalizados por COVID-19.10 Sin embargo, la ACCP no recomienda la tromboprofilaxis posterior al alta.
Por el contrario, la ISTH recomienda la tromboprofilaxis posterior al alta con HBPM o un ACOD para todos los pacientes hospitalizados de alto riesgo con COVID. -19 que tienen un riesgo bajo de hemorragia.
Las características de alto riesgo en COVID-19 incluyen: mayores de 65 años, enfermedad crítica, cáncer, TEV previa, trombofilia, inmovilidad severa y dímero D elevado (> 2 veces el límite superior normal) .10 La ISTH sugiere una duración de 14 a 30 días para la tromboprofilaxis posterior al alta, aunque la duración óptima sigue sin estar clara. Actualmente no se recomienda la tromboprofilaxis para pacientes que no requieren hospitalización.
El diagnóstico de complicaciones tromboembólicas, como embolia pulmonar e infarto de miocardio, debe utilizar métodos validados para pacientes sin COVID-19. Dado que no hay evidencia de beneficio, no se recomienda la ecografía de vigilancia para TEV.
Los pacientes con COVID-19 diagnosticados con trombosis arterial o venosa deben ser tratados de acuerdo con las guías, reconociendo las ventajas prácticas de la HBPM en el ámbito hospitalario y de los ACOD en el ámbito ambulatorio. En este momento, ni la ISTH ni la ACCP recomiendan medir el dímero D para detectar TEV o para determinar la intensidad de la profilaxis o el tratamiento.
Conclusiones
La trombosis arterial y venosa es común en COVID-19, especialmente en pacientes críticamente enfermos. Se debe considerar la tromboprofilaxis para todos los pacientes hospitalizados con COVID-19 en ausencia de contraindicaciones. La investigación en curso determinará los regímenes preventivos óptimos en COVID-19 en la unidad de cuidados intensivos, al alta del hospital y en pacientes no hospitalizados con alto riesgo de trombosis.
Ver publicación completa en inglés en:
https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2773516
Diagnóstico, manejo y fisiopatología de la trombosis arterial y venosa en COVID-19